La desaparición de Morena Luz tiene sólo un lado claro: su aparición a las treinta y tantas horas de denunciada su desaparición. Además muestra otra agradable novedad, recientemente conocida, y es que este lunes la niña volverá a la escuela, donde cursa tercer grado.
Sin embargo en el otro extremo, desde la tarde del sábado 7, hasta ahora, poco (o habría que decir nada) se sabe sobre quién o quiénes la mantuvieron cautiva, es decir privada de su libertad, como habría quedado calificado el hecho y que tiene, como dato sobresaliente, la única intervención de la fiscal especial Claudia Ríos.
Así el barrio Gráfico y la calle Talcahuano de Godoy Cruz saltaron a las redes sociales y en pocas horas fue el caso más comentado -como pocas veces antes- a nivel nacional.
Una nena de sólo 7 años había desaparecido. La denuncia movilizó a más de un centenar de efectivos policiales, mientras sus padres Mabel Peralta y Luis Pereira, junto a familiares y vecinos identificados con remeras con la foto de la nena, desafiaron la lluvia y llegaron hasta el mismo teatro griego y así el reclamo se hizo más popular aún.
Desde el Ministerio se informó sobre la búsqueda de la menor señalando que "Morena Luz Peralta, de siete años, pelo castaño claro, al momento de su desaparición vestía un vestido color rosa con florcitas. con sandalias rosadas". El escueto comunicado finalizaba señalando que se había iniciado el expediente Nº 28.976/15, en la Oficina Fiscal Nº 4 de Godoy Cruz.
Treinta y tantas horas después, unas vecinas de la calle García encontraron a la nena deambulando por el pasaje y dieron a conocer la grata novedad. "Morena había aparecido sana y salva".
A partir de ese momento la niña se convirtió en la personita más buscada y esa situación también involucró a sus padres.
Sin embargo la primera que tuvo contacto con la nena, aparte del personal policial que la llevó, fue la fiscal Ríos. Habló con la niña y junto a personal especializado de la OAL, la acompañó a los Juzgados de Menores, donde fue sometida a preguntas "simples", mediante la utilización de la Cámara Gesell. Esa misma mañana la menor fue trasladada hasta el hospital materno infantil Humberto Notti, donde especialistas de la salud la revisaron y terminaron certificando que Morena Luz estaba bien de salud.
Después, muchas horas después, la pequeña se fue a su casa de la mano de sus padres.
Puntos oscuros
Hubo más declaraciones. Se habló de malos tratos, cuando se aseguró que a la nena "no le dieron ni un vaso de agua…", durante su cautiverio, lo que llevó al gobernador Francisco Pérez, no sólo a desmentir los dichos de la madre, sino que puso el foco en el "entorno familiar" como la causante de la desaparición.
Se habló de la compra de un paquete de arroz, pero nadie vio la violencia con que se llevaron (a las 19) a la nena y tampoco apareció un grano de arroz tirado en la calle, donde la tomaron. Se dijo de hematomas en los brazos, aunque nada se sabe sobre si la misma persona que la tomó el sábado a la tarde fue la misma que la abandonó treinta y tantas horas después.
La odisea de la desaparición y la búsqueda (incluyendo un ofrecimiento de una recompensa de 50 mil pesos, puesto por el ministerio de Seguridad) había terminado.
En ese momento comenzó la directa tarea de la Justicia. Ahora sin la presión de no saber nada de la niña, sino que tomando sus declaraciones que en todo momento "fueron coincidentes", lo que descartaba de plano una fabulación o mentira, se comenzó a trabajar en la toma de testimonios.
Los primeros fueron Mabel, la madre y Luis el padre, que habían hablado ante los medios, dando versiones algo "diferentes". Y ahí comenzaron también las especulaciones. Se habló de la situación de la pareja y de una "venganza" contra el padre, relacionada con su trabajo como taxista. También fueron entrevistados los otros dos hijos que conviven bajo el mismo techo. Y a esas declaraciones se le sumaron las del dueño del taxi que maneja Luis (Héctor Cannizo, conocido entre los "tacheros" como Cachorro), quien se puso a disposición de la fiscalía.
Así el círculo de la investigación se amplió a vecinos y demás familiares. La tarea dentro de la fiscalía de Claudia Ríos, pese a haber cesado su turno, continuó en los días subsiguientes. Se dice que se sumaron más de un centenar de testimonios y cada uno, a su turno, fue analizado por el personal.
Este lunes, a las 8.30, se cumplirán siete días, desde que la niña apareció sana y salva, pero también 240 horas de la denunciada desaparición. Y de esto nada se sabe.
