Desde el primer día de vida están expuestos a esos aparatos que los padres usan en forma permanente y también para sacarles fotos y tomar videos. En cuanto ganan un poco de destreza, sus deditos se dirigen a la pantalla táctil para imitar lo que ven hacer a los adultos. Pronto, los utilizan como una fuente de entretenimiento, desde donde pueden ver videos y jugar. De ahí que no sorprenda que el 70% de los niños de 5 años en el país sea usuario activo de un celular.
El dato surge de un estudio que realizó la consultora Markwald, La Madrid y Asociados, y que también mostró que 64% de los chicos de esa edad usa computadoras y 54% utiliza con frecuencia las tabletas; consecuencia de que son niños que nacieron inmersos en la tecnología y aprenden a utilizarla con rapidez y facilidad.
La tendencia se sostiene aunque diversas entidades advierten que es necesario que los adultos controlen el uso que los pequeños hacen de estos dispositivos electrónicos. Así, la Asociación Japonesa de Pediatría desarrolló hace tres años la campaña “No permitas que los smartphones sean una niñera de tus hijos” y advertía que la utilización prolongada de celulares y tabletas genera niños más pasivos, y la falta de contacto físico con otras personas impacta en el desarrollo saludable de los pequeños.
Por otra parte, la Asociación Americana de Pediatría afirma que los chicos menores de 18 meses no deben estar frente a las pantallas, a menos que se trate de un video chat; que entre 18 y 24 meses pueden estar expuestos a contenidos digitales pero en compañía de un adulto; y entre los 2 y los 5 años se debe limitar su consumo a una hora por día y también bajo la supervisión de alguien mayor.
La psicopedagoga Nancy Caballero plantea que lo primero que hay que preguntarse es para qué necesita un niño de 5 años un celular, si nunca podría estar sin un adulto referente. Es que en muchos casos, los padres acceden a darle un teléfono a su hijo de cierta edad para que pueda mantenerse en contacto ante cualquier emergencia.
Si es para que jueguen, Caballero consideró mejor darles una tableta porque un celular permite una conexión con el mundo de la que se debería proteger a los niños pequeños. De hecho, la especialista comparó la situación de entregarle un dispositivo con Internet a la de dejarlo solo en la calle.
Además, cuando utilizan el teléfono de sus padres, se pueden ver expuestos a fotos y videos que no son para ellos. “Los niños tienen un capacidad operativa que no tenemos nosotros y operan con la lógica de prueba y error. Van tocando todo y no nos podemos confiar en que no vayan a entrar en una aplicación”, advirtió.
La también psicóloga indicó que, cuando utilizan dispositivos electrónicos para entretenerse, se debe limitar el tiempo de uso y verificar que el juego sea adecuado para un chico que va al jardín. También hay que tener en cuenta los beneficios que ofrecen otros juegos no reglados, como la capacidad de simbolizar. Es de esta manera que una sábana se convierte en una carpa, por ejemplo. Pero también, cuando juegan con otros, suelen fijar normas, negociar, aceptar, algo que la tecnología entrega ya resuelto.
El pediatra Daniel Sánchez señaló que el uso de celulares, PlayStation, tabletas y computadoras por parte de los niños tiene dos aspectos. Uno positivo, que está vinculado a que a edad temprana aprenden a manejar tecnología; algo que les resultará útil al momento de estudiar o trabajar. Y uno no tan favorable, que se vincula a los límites que ponen los padres.
El médico comentó que observa con frecuencia en el consultorio que los papás le dan el celular al niño de 2 ó 3 años para que vea dibujitos, y que es algo que también hacen en la casa. Cuando están con estos dispositivos gran parte del día, pasan mucho tiempo sentados y se vuelven sedentarios, además de alimentarse mal, lo que lleva a la pandemia de sobrepeso infantil que se observa actualmente.
“El niño no tiene discernimiento para poder autor regularse con los horarios. Son los padres los que tienen que controlarlo”, resalta. También son ellos quienes deben favorecer el juego al aire libre, el uso de otros juguetes, del lápiz y el papel, que permiten el desarrollo de otras destrezas. Para Sánchez, lo fundamental es el equilibrio entre el uso de los dispositivos electrónicos y el entretenimiento sin ellos.
También vivir en el mundo real
La compañía de celulares Alcatel difundió recomendaciones para la utilización que los niños hacen de estos dispositivos.
Reglas claras. El niño debe saber que cuando usa el celular de un mayor debe hacerlo sólo con permiso, establecer horarios de inicio y finalización, y no descargar información solo.
Dosificar su uso. Prohibir el uso de dispositivos puede ser contraproducente para el pequeño. Pero si se organiza su utilización, el chico aprende a autor regularse.
Dar el ejemplo. Es importante que los padres no usen los celulares en momentos importantes, como las cenas familiares.
Control. Cuanto más pequeño es el usuario, más control requiere de sus mayores. Una buena idea es instalar programas que filtren accesos y contenidos.
Compartir. No sólo se trata de dejar que el niño se divierta por su cuenta. Compartir con ellos una actividad lúdica, tecnología mediante, es también un modo de pasar tiempo con los más pequeños.
Vivir en el mundo real. Nada se compara con un juego al aire libre y la interacción cara a cara, que tendrán un impacto positivo en su crecimiento y quedarán en su memoria.
Quieren prohibir teléfonos y auriculares
La comisión de Tránsito y Transporte de la Legislatura porteña emitió un dictamen favorable en torno a una iniciativa que plantea la prohibición de usar el celular o auriculares para las personas que se trasladen en bicicleta en las calles de la Ciudad. Los diputados de la comisión firmaron el expediente en base a una propuesta de la legisladora de Suma+ Inés Gorbea, quien explicó que el proyecto apunta a “generar una mejor convivencia vial, que garantice el respeto entre los ciudadanos que transitan”.
El proyecto plantea modificaciones al actual Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad y para ello incorpora nuevas prohibiciones para los conductores de bicicletas o ciclorodados, definido como "vehículos no motorizado de dos o más ruedas, impulsado por mecanismos con el esfuerzo de quien o quienes lo utilizan". "Usar el celular mientras se maneja una bicicleta o moto constituye un riesgo, es fundamental asumir un rol responsable y postergar el uso del móvil hasta estacionar o llegar a destino, evitando así cualquier tipo de distracción", afirmó Gorbea. Télam