Uno de los orígenes podría ser éste. En una repisa, un animalito de bazar chino encaja con la idea del cineasta Andrés Llugany: hacer un largometraje colectivo, es decir, una película dirigida por siete personas pero articulada por un tema-objeto. Ese gato, pues, sería el disparador.
Otro de los orígenes del proyecto nos remonta a charlas de festival. Varios realizadores audiovisuales, entre los que se encuentra Tito de la Vega, hastiados de esperar subsidios, deciden orientar la energía creativa en el aquí y ahora.Hipnótico, el gato parece reproducir en ese movimiento mágico-mecánico lo que a todos les urge: hacer cine.
De modo que, una vez alineadas las cabezas, esta película comenzó a tomar forma. Hay algo ansioso y nutritivo en ese ir y venir; a lo mejor porque ésa es justamente la dinámica . Van y vienen de proyectos independientes a concursos oficiales. Y ambas vías se exploran.
Después de trabajar en el territorio audiovisual por muchos años, de ganar premios y exceder todo tipo de roles, los siete integrantes de este proyecto se paran a dirigir sus propias historias.
"El gato ese chino que saluda" será un largometraje en conjunto, no una yuxtaposición de cortos. Una película dirigida por Leandro Suliá Leyton, Ariel Blasco, Joel y Natael Navas, Alejandro Alonso, Tito de La Vega y Llugany.
"¿Cuántas historias estará escondiendo esa pequeña e incansable figura gatuna?" El Maneki Neko que nos observa en los almacenes y los restaurantes tiene su magia. Ella se manifiesta en cada una de las tramas que estos autores han desarrollado.
Desde "El instruso" donde un vagabundo toma por un día el departamento de un hombre de negocios hasta "Marimira" , una fan del cosplay que lo usa en su mesa de examen. Esta historia, precisamente, se podrá ver como adelanto este fin de semana en el Mendotaku.
Tres de los segmentos del filme ya han sido rodados. El trabajo concluirá a mitad de año. Para uno de los proyectos, el de Ariel Blasco, se está convocando a un casting: se busca un niño varón entre 6 y 10 años; una mujer entre 40 y 55 años; y un hombre a partir de 65 años, todos con rasgos orientales.
Los interesados, pueden contactarse con Diego Ruggeri, dsruggeri@gmail.com