Estar preparados para actuar en casos de emergencia, saber qué hacer, cómo actuar y cómo organizarse para que la ayuda llegue en forma eficiente son algunos de los objetivos que unen a los integrantes de la Brigada USAR Mendozasur, que se encuentra en el departamento de San Rafael.
El nombre proviene de las siglas en inglés que significan Unidad de Rescate y Búsqueda Urbana. Tras la necesidad a nivel provincial de contar con un equipo de rescate especializado, especialmente al encontrarse en una zona sísmica, se realizó un curso en 2012, dictado por expertos del Grupo Asesor Internacional de Operaciones de Búsqueda y Rescate (Insarag), dependiente de la ONU, al que asistieron siete sanrafaelinos de Bomberos y de Defensa Civil invitados por la Dirección Provincial de Defensa Civil.
La capacitación que se realizó en cuatro etapas preparó a más de 20 personas con la categoría “USAR mediana avanzada”. Las capacitaciones estuvieron a cargo del ingeniero Martín Gómez Lissarrague de la Dirección Nacional de Protección Civil, perteneciente a equipos operativos de Naciones Unidas, representante en Insarag.
“En el transcurso de esa capacitación solicitamos permiso para hacer cursos de inducción en San Rafael, del que participaron 105 personas de las cuales hoy hay 30 personas activas permanentes”, comentó a Los Andes, Héctor Montedo, a cargo de la brigada. El resto están en forma pasiva ya que por sus actividades -bomberos, policías, penitenciarios- no pueden abocarse de lleno ya que en un caso de emergencia deben responder a sus mandos, pero también están preparados al igual que muchas personas que se capacitaron y tienen otras profesiones.
“Hay que destacar que todo se hace por la voluntad de la gente, que aporta su tiempo para capacitarse y el equipo de protección individual (casco con barbijo, rodilleras y coderas, ropa resistente para los arrastres, botines de seguridad y protección ocular y auditiva”, explicaron Montedo y Felipe Carvajal, encargado de operaciones, quienes junto a Gustavo Otero, forman parte del grupo encargado de la brigada, mientras que el referente a nivel provincial es Daniel Loza.
El grupo es muy heterogéneo, lo integran una profesora de Educación Física, una médica cirujana, estudiantes de las carreras de Ingeniería, Turismo, de Seguridad e Higiene, maestras jardineras, empresarios, empleados, además de bomberos, policías y personal de Defensa Civil.
Actualmente se preparan con ejercicios en forma permanente, continúan con las capacitaciones y perfeccionamientos, por eso en agosto formarán parte de un curso en el que los integrantes de la brigada Usar Mendozasur podrán acreditar un estamento superior -brigada mediana- que cuenta con el aval de la Dirección Nacional de Protección Civil. Todas las semanas realizan prácticas en la ex fábrica química ubicada en la calle Juan XXIII, que incluyen simulacros de rescate y salvamento.
En el país hay cinco brigadas USAR, entre ellas la de Mendoza que es una de las más avanzadas ya que capacitó personal de los distintos departamentos. En diferentes catástrofes, como el último sismo de Chile, la brigada se activó para ayudar en el país trasandino.
“Estamos dando a conocer el trabajo de la brigada a través de capacitaciones en escuelas, en centros de días para chicos discapacitados”, contó Carvajal. Y agregó: “tanto a los chicos como a sus familias les vamos a dar normas de autoprotección, para que todos sepan qué hacer”.
“Hay que estar preparados de lo individual a lo particular, cada familia es la primera que realiza tareas de rescate, antes de que lleguen los rescatistas por eso es importante que tanto los chicos como los grandes sepan cómo deben actuar”, señaló Montedo. Aunque destacó que la brigada USAR no cumple la función de Defensa Civil, sino que es auxiliar de esa repartición.
“Tanto en las capacitaciones como en situaciones posteriores hemos notado que la gente está ávida de aprender para ayudar a los demás. Realmente hay una voluntad muy grande, que nos empuja a seguir adelante”, aseveraron.
Todo es a pulmón, sin ayuda de instituciones ni ingresos de ningún tipo, por eso apoyan el proyecto de promulgar una ley que reconozca a las brigadas de manera oficial, y que se puedan adquirir equipamientos que responden a los lineamientos internacionales.
Dentro de las capacitaciones los brigadistas aprenden a definir qué es una catástrofe y después todas las variantes que se pueden encontrar, ya sea rescate en altura o en pozos, penetración en una pared de estructura colapsada por ejemplo. También se les enseña búsqueda de víctimas, localización, estabilización, colocar a los lesionados sobre camillas de madera y todo lo necesario hasta la llegada de los profesionales médicos y el traslado a un centro asistencial.
La brigada trabaja con lineamientos y protocolos internacionales de Insarag, por el cual los riesgos potenciales se evalúan en función de las vulnerabilidades de la comunidad y de las amenazas.
“Se conceptualiza la seguridad en casos de desastre. Hay principios que los brigadistas ya los tienen internalizados para cuando les toque actuar”, comentó Montedo.
Las misiones conocidas como USAR forman parte del Insarag que es una red informal de organizaciones que responden en casos de desastres y desde allí se promueven los criterios normalizados para la capacitación, el equipamiento y la autosuficiencia que deben cumplir los equipos internacionales.
