La sidra artesanal, detallan los conocedores, se ha ganado un espacio propio en las cervecerías de Buenos Aires y en las de Mendoza comienza a instalarse tímidamente.
No sólo es una opción para quienes no les gusta la cerveza o son celíacos, sino que se recomienda alternar el amargo de una o dos pintas con el dulce de la bebida elaborada a partir de manzanas. En algunos patios cerveceros locales ya hay una canilla desde la que se sirve tirada.
Mauro Cuccia, de la cervecería Justo Al Paso, comenta que hace casi un año abrieron en calle Juan B. Justo de Ciudad y, tres meses atrás, productores de sidra artesanal les ofrecieron el producto.
Así, averiguaron que en otras partes del país hay hasta tres canillas destinadas a esta bebida y decidieron probar la aceptación que tenía.
Si bien reconoce que "le cuesta salir" porque el mendocino no conoce esta opción, a quien la prueba, le gusta. A diferencia de la sidra industrial, dulce y con 4 a 5° de alcohol, la que ofrecen en este bar -elaborada por tres amigos que buscan reivindicar los cultivos de manzana del Valle de Uco, que están desapareciendo- es semi seca y tiene 7°. "Lo ideal es tomarla bien fría", resalta Mauro.
El Botellón Beer Social Club está ubicado sobre calle Sarmiento y si bien en la vereda hay sólo unas pocas mesas, el local se extiende hacia el interior y termina en un patio con varios espacios y un mesón compartido, además de una barra de tragos.
Matías Bismach cuenta que ha ido a Buenos Aires a varias cervecerías y la mayoría de los bares de renombre ofrece sidra artesanal.
Lo recomendado, añade, es que la sidra sea de corte después de una o dos cervezas, sobre todo si son amargas. De ahí que decidieran sumarse a la tendencia y tener, de las 20 canillas, una destinada a esta bebida.
Pero van rotando entre cuatro estilos, de dos marcas, una local y otra de Buenos Aires. Así, pasan desde una ligera y de baja graduación alcohólica hasta otra seca y con más alcohol.
Matías señaló que esta opción ha gustado y que son varios los curiosos que la prueban, por lo que tienen planeado empezar a servirla en copa -no en vaso como ahora- e incorporar ananá fizz y espumantes artesanales a la oferta.
Gustavo Doctorovich, de Berlina Al Paso, en Peatonal casi 9 de Julio, explica que la sidra artesanal es muy demandada por el europeo, mientras el mendocino la ve como novedad, la prueba y la acepta pero todavía se deja llevar por el boom de la cerveza.
Los productos en este local son de la marca Berlina, que se elabora en la Patagonia, y la sidra es 100% orgánica, preparada a partir de manzanas de Río Negro y un licor a base de rosa mosqueta, que le otorga una leve coloración rosada. Si bien se sirve en copa, el barril está ubicado en altura, al igual que los de cerveza.
En El Rinconcito, otra cervecería ubicada en calle San Martín Sur de Godoy Cruz, tampoco quieren quedarse afuera de la movida de ofrecer sidra artesanal.
Emiliano Carrasco señala que el mercado está creciendo, sobre todo en Buenos Aires y Mar del Plata. Por eso, en su fábrica que se encuentra en el Rincón Suizo (Blanco Encalada), ya han empezado a hacer las primeras pruebas y esperan tener pronto una canilla habilitada con esta bebida.