De que la Tierra es una esfera orbitando una estrella junto a otros planetas de diferentes tamaños tenemos imágenes y suficientes pruebas científicas para demostrarlo. Pero igualmente, algunos han llegado a la conclusión de que es realmente plana (los "terraplanistas"), y que nuestro planeta es un disco con el Polo Norte en el centro, delimitado por la Antártida en los bordes.
Si ponemos el supuesto de que realmente fuera así y que la Tierra un día amaneciera con una frontera en el hielo de la Antártida frente al espacio exterior, la respuesta corta es universal, porque no nos escaparíamos de una muerte segura.
Como explica David Stevenson, científico planetario de Caltech en Pasadena, California, para dar forma a un cuerpo cósmico en un disco (en lugar de una esfera), debes girarlo muy rápido. "Desafortunadamente, esto destruiría el planeta al romperlo en pequeñas partículas", asegura.
Y es que en la década de 1850, el astrónomo James Clerk Maxwell demostró matemáticamente a través de un trabajo sobre los anillos de Saturno que una forma sólida, similar a un disco, no es una configuración estable en el cosmos. Maxwell predijo que los anillos de Saturno estarían hechos de muchas partículas pequeñas no conectadas, y resultó tener razón. Sus matemáticas también explican por qué no hay discos del tamaño de un planeta flotando alrededor de la galaxia.
Básicamente, para aplanar la Tierra sin girarla muy rápido, necesitarías magia, entrando así en un terreno más cómico que cósmico. Pero incluso si obviáramos este detalle, una Tierra plana estampada no duraría mucho tiempo. En unas pocas horas, la fuerza de la gravedad empujaría al planeta hacia un esferoide. La gravedad se extiende por igual desde todos los lados, lo que explica por qué los planetas son esferas. Por tanto, una Tierra estable, sólida como un disco, simplemente no es posible bajo las condiciones reales de gravedad.
Como resultado de ello, sin gravedad, todo lo que entendemos de nuestro planeta deja de tener sentido. Para empezar, olvidémonos de la atmósfera, desaparecida porque está sujeta al planeta por la gravedad. Las mareas, fuera también, ya que se producen por la atracción gravitacional de la Luna, que tira de los océanos y hace que se abulten sutilmente a medida que pasa.
De hecho, la propia Luna también desaparecería bajo este escenario, ya que no se puede entender sin la gravedad, también responsable de la estructura en capas de la Tierra, con los materiales más densos hundiéndose hasta el núcleo, los materiales más livianos que forman el manto y los materiales más livianos que forman la corteza.
Pensemos que sin esta estructura en capas, el planeta sería otro, ya que se comportaría de forma muy diferente. El núcleo externo líquido de la Tierra, por ejemplo, actúa como un imán gigante y dinámico, uno que crea el campo magnético del planeta. A su vez, el campo magnético ayuda a proteger la atmósfera del planeta del efecto de despojo del viento solar, el mismo que eliminó la atmósfera de Marte después de que el campo magnético del Planeta Rojo fallara hace 4 mil millones de años.
¿Y la tectónica de placas? Como explica James Davis, geofísico del Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York, con una Tierra plana, el movimiento de las placas rígidas que conforman la corteza del planeta tampoco funcionaría, según consignó Gizmodo.
Cuando hacés los cálculos, como 'Si esta placa se mueve tanto y esa placa se mueve otro tanto', tenés que hacerlo en una esfera. No se obtiene la respuesta correcta si se supone que es un planeta plano.
Dicho todo esto, si realmente la Tierra fuera plana, aunque sea solo por un día, significaría que los millones de científicos que niegan su planitud, y que lo han hecho a lo largo de la historia, están unidos en una gran conspiración por razones insondables. Como explica Davis en Live Science: "Si podemos explicar mil observaciones con una teoría, una teoría simple, eso es mejor que explicar mil observaciones con mil teorías como hacen los terraplanistas".