Si gana Scioli, Pérez no será ministro

En Buenos Aires le cuestionan al Gobernador que deja la provincia en una situación muy complicada. Influyen sus roces con la Casa Rosada, pero también un pedido explícito de referentes peronistas. El papel del hermano del candidato y la pelea con Kicil

Si gana Scioli, Pérez no será ministro

Daniel Scioli no dará a Francisco Pérez algún cargo de primera línea en su gabinete si llega a la Presidencia. Aunque el gobernador mendocino sonaba en algunos medios nacionales hasta hace un mes como uno de los posibles mandatarios provinciales que podían hacerse de un ministerio, hoy el nombre de Pérez no encuentra lugar en los planes del candidato nacional, quien ya tiene prácticamente "cocinada" la grilla de dirigentes de peso para ocupar los 16 ministerios, la Jefatura de Gabinete y las secretarías General de la Presidencia y la Legal y Técnica.

Sólo dos gobernadores ya han sido confirmados: el entrerriano Sergio Urribarri para el Ministerio del Interior y Transporte, y el misionero Maurice Closs para Turismo y Deportes. El salteño Juan Manuel Urtubey es también un número puesto para la Cancillería. Sólo falta que el joven dirigente del Norte encuentre la forma de poder asumir su tercer mandato como gobernador y pedir licencia para tomar las riendas de las relaciones exteriores.

Pérez llegó a sonar para el Ministerio de Defensa, pero la cartera castrense ya tiene nombre asignado: el del ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados.

¿Por qué el gobernador mendocino dejó de cotizar en alza en el entorno más cercano de Scioli? La respuesta tiene que ver con el final de su gestión a cargo del Poder Ejecutivo mendocino. La derrota electoral provincial, el descalabro financiero en el que está sumida Mendoza y la pérdida de autoridad del mandatario hacia el interior del peronismo local, son tres elementos determinantes.

Pero también se suma a esto la dificultosa relación que tiene Pérez con una Casa Rosada que ya dio señales de hartazgo ante los incesantes pedidos de auxilios financieros que hace el Gobernador para poder pagar salarios y cumplir con sus obligaciones.

El miércoles 7, Pérez mantuvo un fuerte contrapunto telefónico con el ministro de Economía, Axel Kicillof, quien se mostró irritado porque el Gobernador lo estaba acechando para que habilitara un préstamo de 200 millones de pesos que necesitaba para terminar de pagar los sueldos de setiembre.

Palabras más, palabras menos, Kicillof lo acusó de haber “hundido” la provincia y de “mentir” con los números reales de las finanzas provinciales. Sólo por la intervención del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, es que Pérez pudo entrevistarse el miércoles último con Cristina Fernández. De ese encuentro salió la decisión de otorgar un préstamo del Banco Nación a Mendoza para que ésta pueda saldar sus deudas con la entidad (crédito que deberá pagar el próximo gobierno).

Pero los consejos y/o advertencias a Scioli primero llegaron desde Mendoza. Al menos cinco intendentes del peronismo y otros dirigentes de peso le hicieron saber al presidenciable que no era conveniente que hiciera campaña en Mendoza y que evitara de todas las maneras posibles fotos y gestos de apoyo a Pérez, quien va en las listas del Frente para la Victoria como primer candidato por Mendoza para el Parlasur.

Los caciques territoriales hicieron llegar a Scioli detalles día a día de la situación financiera de la Provincia. Fue a través del hermano del candidato presidencial, José “Pepe” Scioli, el presidente de la Fundación DAR y encargado de coordinar acciones de campaña con el peronismo mendocino.

Pepe Scioli suena para ocupar la Secretaría General de la Presidencia si el gobernador bonaerense llega a la primera magistratura y el dato a resaltar es que no sólo mantiene fluidos vínculos con el PJ local sino también con el gobernador electo, el radical Alfredo Cornejo.

A través de su hermano, el candidato nacional buscó acomodar la relación entre Cornejo y Pérez a fin de que pudiera salir de la Legislatura mendocina la ley que autorizó a tomar endeudamiento por 5.800 millones de pesos.

Fue recién cuando Scioli advirtió que Pérez no podría pagar los sueldos de setiembre en tiempo y forma que decidió hacer caso a sus consejeros y abortó definitivamente una nueva visita de campaña a Mendoza, que tenía agendada para el 30 del mes pasado, justo el día en que el Estado incumplió con el pago a los estatales.

El candidato planeaba recorrer barrios del plan Procrear, visitar la metalúrgica Pescarmona, disertar ante el empresariado local y tener un acto con la Juventud Peronista. La fecha había sido fijada un mes antes. “Paco nos va a hacer perder las elecciones en Mendoza”, dijo un influyente hombre de su entorno, lamentándose.

Consultado por la prensa porteña luego de su encuentro con la presidenta Cristina Fernández el miércoles en la Casa Rosada, Pérez negó que Scioli le hubiera ofrecido un cargo en su eventual gobierno. “No es momento para peinarse para salir en las fotos”, dijo.

Sin embargo, para ese día Urribarri y Closs ya estaban confirmados por la boca del propio Scioli. A ellos se sumaron Diego Bossio para Planificación Federal; Ricardo Casal para Justicia; Alberto Barbieri para Educación; Alejandro Collia para Salud, Julián Domínguez para Industr;a, Silvina Batakis para Economía y Alberto Pérez para la Jefatura de Gabinete.

En el entorno del candidato nacional aseguran que, de todas formas, Pérez podrá integrar el equipo de gobierno pero no en una primera línea como otros mandatarios provinciales. La misma suerte correría el vicegobernador, Carlos Ciurca, el primer mendocino que salió a militar la candidatura de Scioli y se animó a desafiar al kirchnerismo duro.

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