Si es una serie, que sea de las que salen del montón

Ya no hay organismo que resista la batería de productos audiovisuales que nos llegan cada semana. Casi se ha vuelto imposible incluso reseñarlas, porque habría que estar 24 horas, todos los días, mirando capítulos sin parar. Dadas esas condiciones, vamos eligiendo las que según el marketing de rigor prometen ser la excepción. Y encontramos dos que por estos días resaltan en la marea de imágenes que nos inunda:

"Homecoming", la serie de Amazon con la que Julia Roberts se prueba como protagonista televisiva y a la que también le aportó su producción y "Guerreros", un envío danés que está producido por Netflix.

Comparándolas, gana por largo tranco la linda sonrisa de Julia frente al rigor nórdico y correcto del veterano que protagoniza el actor Dar Salim.

Ambas series hacen pie en las guerras contemporáneas de Medio Oriente y los estragos que ellas hacen en quienes las protagonizan: no en las víctimas, que son los habitantes de Siria, Irak, etc. sino en los soldados profesionales de los países centrales que son enviados a estos territorios para disputar el poder de sus jefazos del Primer Mundo.

Ambas series son también un aporte al género del suspenso y el thriller. Sin embargo, hay diferencias. Y aquí vamos a recomendarte, sin dudarlo, "Homecoming", aunque "Guerreros" no sea para desechar.

En homenaje a los clásicos

"Homecoming", que se estrenó el viernes 2 por Amazon, tiene muchísimos méritos y, como "Guardaespaldas", se destaca entre la adocenada cantidad de thrillers. Es que la serie de diez capítulos, dirigida por Sam Esmail (que comparte firma creadora con Eli Horowitz y Micah Bloomberg), es un elegantísimo y sutil intento por narrar una trama compleja, profunda y trazada en torno a la paranoia y la conspiración.

La historia se cuenta en dos tiempos diferentes que corren en paralelo. En ella la psicóloga Heidi Bergman (Roberts) trabaja en un centro de adaptación para los soldados que vuelven de la guerra para incorporarse a la vida civil de la mejor manera posible. Las instalaciones se llaman Homecoming (algo así como "volviendo a casa") y es una agencia secreta del Gobierno de Estados Unidos. Heidi será la terapeuta del soldado Walter Cruz, recién llegadito de las faenas asesinas. En el otro extremo de la narración, pasaron los años y Heidi dejó su oficio profesional y trabaja como camarera en un barcito de un pueblo. La interceptará un investigador para recabar datos sobre qué pasó con Cruz, pues el asunto derivó en el cierre del proyecto.

No solo son buenas las interpretaciones de Roberts,  Shea Whigham (el investigador), el súper eficaz Bobby Cannavale (jefe de Heidi),  entre más, sino que este thriller es deslumbrante desde la perspectiva formal de la narración. Dos tiempos, dos pantallas, dos formas de lenguaje para narrar un mismo hecho.

Y lo que es más interesante aún: los logros formales son puramente "televisivos". Pues "Homecoming" no está planteada como un despliegue narrativo que emula los apuntes cinematográficos, sino que se ciñe al registro de lenguaje que procede muy dignamente de la mejor factura audiovisual para tv, la clásica. A ese concepto se le suma un aire de "teatralidad" que se agradece, un homenaje clarísimo a Hitchcock en sus ritmos pausados y sus planos y planos secuencia y una banda sonora minuciosa y muy setentosa.

La guerra está en el barrio

“Guerreros”, por su parte, también apela al estricto lenguaje televisivo del thriller. Fotografía oscura, ascética y rigurosa que narra con justicia las instancias del guión pero nada se sale demasiado de la “norma” (ni formal, ni narrativa). Asunto que convierte a la miniserie de 6 capítulos en un buen producto, entretenido y no mucho más.

La trama tiene como centro a un veterano de guerra (Dar Salim) que vuelve a su casa en Copenhague después de haber matado a destajo en las tierras del desierto de Medio Oriente. El hombre carga con una culpa que no tiene que ver con esas muertes, sino con la de un compañero de batalla que él siente que murió por su culpa. Así las cosas acepta, para pagar la deuda moral, una chambita como infiltrado de la policía en una organización narco. Tiros, líos y “cosha golda” será lo que nos acompañe en los envíos.

El producto, dirigido por Christoffer Boe, es “una más de acción” en donde sí está a salvo el instante de entretenimiento con calidad y buenos climas. Pero, frente al fascinante e irresistible drama que es “Homecoming” no hay chances: “Guerreros” no tiene la bala de plata que destripe el corazón vampírico de las plateas.

La ficha

Homecoming 

Con: Julia Roberts, Dermot Mulroney, Bobby Cannavale, Sissy Spacek, Shea Whigham.

Dirección: Sam Esmail, Eli Horowitz, Micah Bloomberg (creadores).

Plataforma: Amazon.

Guerreros

Con: Dar Salim, Danica Curcic, Lars Ranthe.

Dirección: Christoffer Boe.

Plataforma: Netflix.