Si de abanderados se trata

Si de abanderados se trata
Si de abanderados se trata

Año 1947. En la escuela General José de San Martín, del departamento homónimo, en 5º grado A, obtuve la calificación para ser abanderado de 1948.

En aquel tiempo, la ceremonia era sencilla y breve. Se realizaba en el "patio bajo" del establecimiento la presencia de alumnos de 5º y 6º grados, con maestros y directivos.

Luego de un par de discursos me llamaron para recibir la bandera, pero una frase quebró el silencio: "¿Cómo un alumno con mameluco y alpargatas va a ser el abanderado?”

Era la voz de la directora, señora Vila, que se dirigía a la maestra Morales para que me retirara la enseña que tenía en mis manos ante la sorpresa de todos, principalmente de mis compañeros que lo tomaron a risa.

De inmediato, llamaron a otro alumno del 5º B, "bien vestido y con zapatos", pero lejos en el puntaje. En el grado éramos 35 alumnos, donde solamente 5 iban con zapatos, relación que prevalecía en toda la escuela. En mi casa ni se enteraron.

En 6º A grado obtuve el primer premio a nivel nacional por una composición referente al general San Martín, premio que me dieron en el Teatro Independencia, junto con mi maestra Bertha Graf.

Unos días antes me "crucé" en la escuela con la maestra Morales, preguntándole si se había enterado del premio, agregando que había conseguido zapatos para ir a recibirlo.
Resumiendo: en todos los tiempos siempre se cocinaron habas.
 
Alberto Labrador 
DNI 6.859.204

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