Ya desde sus comienzos en los 90, cuando a través del canal MTV se popularizó en todo el mundo su imagen de chica polémica y provocadora, Shirley Manson nunca se calló nada.
A contrapelo de las popstars sumisas y encantadoras, Shirley supo mostrarse siempre como una estrella fuerte y decidida aún cuando durante su adolescencia en Escocia había sufrido largos períodos de depresión a causa del violento bullying que sus compañeros ejercían sobre ella.
Y todo por la forma en que se veía, enamorada desde entonces del look entre gótico y etéreo de la cultura dark y esas estrellas legendarias de los ochenta como Siouxsie Sioux o Liz Fraser de los Cocteau Twins.
Tras alcanzar un éxito considerable en su país con las bandas Goodbye Mr. Mackenzie y Angelfish, Shirley fue convocada en 1994 para la audición de un grupo que estaba armando el norteamericano Butch Vig, quien por entonces era el hombre del momento en la industria de la música luego de sus éxitos como productor de los Smashing Pumpkins y sobre todo Nirvana, que revolucionó la escena desplazando del puesto número uno nada menos que a Michael Jackson.
Luego de esa audición, Shirley fue contratada de inmediato. La banda se llamó Garbage y su disco debut fue un éxito arrollador, con cuatro millones de copias vendidas de la mano de hits como "Stupid Girl" u "Only happy when it rains".
Aún cuando Shirley participó desde los comienzos en las letras y los arreglos de las canciones, muchos la consideraban la cara bonita del grupo, una cantante alquilada con la que buscaban atraer más audiencia.
Pero todo esto quedó desterrado cuando el segundo disco de la banda, "Version 2.0", arrasó con los charts vendiendo la misma cantidad de copias que el primero y estableciendo a Shirley como una de las fuerzas naturales de ese movimiento considerado en aquel momento como "música alternativa". Desde entonces la banda editó cinco discos más y su último trabajo, "Strange little birds" (2016), alcanzó el puesto número uno de los rankings de Billboard.
En estos días la banda decidió aprovechar el vigésimo aniversario de "Version 2.0" para lanzar una versión extendida del álbum, y Los Andes tuvo la oportunidad de charlar con Shirley acerca de eso. Por supuesto, siendo Shirley quien es la charla no se iba a limitar al disco y fue mucho más allá.
Pero comenzamos por ahí: "Cuando sacamos nuestro primer disco todo el mundo estaba reticente con la banda", cuenta la cantante al teléfono desde Los Ángeles, donde vive desde hace unos años.
“Nos acusaban de que éramos el capricho de un productor y a mí me dijeron de todo, cosas como que era una cantante alquilada o la carita del reloj. El hecho de que pudiéramos hacer un segundo disco tan exitoso como el primero tomó a mucha gente por sorpresa. Nos dio un ticket para conocer el mundo, y nos quedó una visión muy romántica del álbum después de todo eso”.
– ¿Cómo fue en su momento sumarte a un grupo de amigos que ya se conocía desde hacía tiempo?
– No fue fácil, imaginate que me estaba sumando a un grupo de hombres muy unidos. De hecho, un par de ellos de hecho eran mejores amigos desde hacía veinte años. Me costó bastante hacerme un lugar en el equipo, pero así y todo ya en el primer disco colaboré en la composición de algunas canciones, y para “Version 2.0” ya pude ocupar mi lugar con más confianza, sin sentirme incómoda por dar mi opinión dentro del grupo. En sí no es fácil ser la nueva en ningún lado, y más cuando sos una chica tan insegura como era yo, y encima estaba entrando a un grupo donde Butch era una figura tan reverenciada.
La Shirley de ayer, la Shirley de hoy
– ¿Cuáles creés que son las diferencias entre aquella chica y la que sos hoy?
– Mmm… Creo que siempre tuve mucho empuje, siempre tuve mucha pasión con todo, ya sea mi perro, mi trabajo o mis opiniones políticas. Eso se sostuvo a lo largo de toda mi carrera. Pero creo que el cambio más grande desde que comencé mi carrera en Garbage es que perdí muchos miedos, no necesito tener todo el tiempo la aprobación del afuera como me solía pasar.
Al comienzo buscaba la aprobación de la prensa, mis amigos, mi familia, los fans, y cuando su respuesta no era positiva me resultaba devastador. Ahora estoy llegando a un punto donde el foco está en la música, en encarar el desafío de ser una artista en este nuevo mundo haciendo un buen trabajo y siendo fiel a mí misma. Esa sensación de dejarlo todo es lo único que pido de mí, el resto está totalmente fuera de mi control. ¡Al fin! Recién ahora, a los 51, no tengo tantos miedos, me siento aventurera y emocionada por ver hacia dónde sigue todo esto.
– Es interesante la manera en que abordás tu edad mostrándote natural, sin operaciones ni complejos, y el mensaje que brindás a través de ese gesto.
– Sí, supongo que… O sea, tampoco me jactaría de eso porque no siempre es sencillo. Es muy difícil para una mujer envejecer en nuestra sociedad. Es algo complicado y lleno de trampas, y es muy difícil encontrar autoestima en un rostro y un cuerpo que envejece. Y supongo que aún más para una mujer, porque desde que somos chicas nos inculcan lo importante que es ser linda. No puedo decir que no he tenido luchas internas contra eso porque no sería sincera. Y siempre las voy a tener. Pero siento que llegué a un punto en el que me interesa quién soy más que el envase, hacia eso apunto. Y esa es una lucha que deseo sostener.
– Es algo inusual en una estrella pop. Las estrellas usualmente son vistas como íconos sexuales más allá de la edad.
– Pasa que si no tenés cuidado la industria te devora. Fijate el caso de Millie Bobby Brown, la chica de “Stranger Things”, que es tan joven y con una imagen que llevan hacia la hipersexualización. ¡Y apenas tiene 13 años! Esas cosas me enferman. Creo que la obsesión de la sociedad con la juventud es un tren fuera de control, o sea, considerar objetos los cuerpos de chicas tan jóvenes… Siento que debemos proteger a la gente joven de eso.
Los adultos están tan ocupados en mostrarse jóvenes que han olvidado el rol extraordinario que juegan en nuestra sociedad, ese hacer sentir a los jóvenes que pueden acercarse a vos y vos vas a cubrirlos con tus alas… Eso para mí es mucho más hermoso que pretender que tenés la misma edad que ellos. Son muy vulnerables, y todo eso de verdad me molesta mucho.
Feminista de la primera hora
– También desde tus comienzos te manifestaste a favor de los derechos de la mujer, algo que en los 90 no era tan usual como ahora.
– Me gusta mucho todo lo que está sucediendo. Recientemente estuve escuchando hablar a artistas jóvenes como Halsey o Beyoncé, que son fenomenalmente expresivas en ese sentido. Es muy común escuchar a Beyoncé manifestándose en cuestiones de raza, o a Lady Gaga acerca de la comunidad LGBTQ, de la misma manera en que otras hablan acerca de desórdenes psicológicos, o la inmigración… En los 90 era tabú hablar de esas cosas.
Cuando yo hablaba de sexo la gente se mostraba shockeada, ofendida, así que estoy muy agradecida de estar viviendo en una cultura más progresista donde las estrellas pop pueden expresarse con libertad. Porque ellas tienen una influencia en los jóvenes que artistas más grandes como yo ya no tenemos. Una chica de 15 no va a escuchar lo que yo tenga para decir, así que es hermoso cuando ellas hablan. Creo que es importante que los artistas se manifiesten sobre esas cosas, sobre todo en estos tiempos en que el mundo está yendo tan hacia la derecha.
– ¿Y cómo ves el movimiento feminista actual?
– Es una de las cosas hermosas que llegaron de la mano con las redes sociales. Los tiempos han cambiado de manera que el empoderamiento de las mujeres puede organizarse en todo el mundo en cuestión de minutos. Cuando hay movimientos como el “Ni Una Menos” en Argentina, sus batallas son seguidas y festejadas por mujeres en Gran Bretaña, Estados Unidos, Australia, Europa. Vi por internet la foto de todas esas mujeres con sus pañuelos verdes y es algo hermoso.
Soy pro-elección, respeto mucho a las mujeres que sienten una conexión emocional con el embarazo y respeto su elección, pero a la vez siento que sostener la clandestinidad es alimentar las estadísticas relacionadas con la violencia sexual. Creo que cada mujer debería ejercer su derecho a la elección de manera libre y no que el Estado u otras personas decidan por ella.
El futuro del rock
–¿Qué lugar creés que tendrá la cultura rock en ese futuro?
– La música rock se vio opacada durante los últimos 20 años y la gente ya no la encuentra tan emocionante como antes. Cuando algo es ignorado, cuando no suena en la radio ni está en primera plana en los servicios de streaming, la fiebre por eso decae de la misma manera en que sucedió con la ópera, que fue en algún momento la música de la gente y hoy es un nicho de fascinación para los melómanos.
No creo que el rock vuelva a ocupar el lugar que alguna vez ocupó en la música, pero a la vez sospecho que todos estos jóvenes que han sido privados del rock durante todos estos años van en algún momento a tener la necesidad de volver a escuchar esas guitarras ruidosas. El rock es un género de inconformidad y rebelión, y siempre habrá lugar para eso. Para cuestionar y cuestionarse, para examinarnos y para derribar las normas que están mal.
– ¿Y el futuro inmediato de Garbage?
– Estamos escribiendo nuestro séptimo disco y siento que estamos en una posición increíble para hacer música, sin presiones. Pero a esta altura no me permito fluir con mis pensamientos demasiado lejos en el futuro. Trato de mantenerme en el tiempo en el que estoy, porque ya sabemos cómo es de loca la vida: siempre terminamos en lugares en los que nunca imaginamos estar.