Es la nueva joven sensación de Hollywood. Brilló como la hija de George Clooney en “Los descendientes” (2011). Ahora protagoniza “Bajo la misma estrella”, el drama emotivo de Josh Boone -basado en un best seller de John Green- que es un éxito en los Estados Unidos y que desde el pasado jueves viene rompiendo todos los esquemas en la Argentina. En dos días, la película llegó a los 28.814 espectadores, superando ampliamente a los tanques “Cómo entrenar a tu dragón 2” (9.394) y “Maléfica” (8.734).
Shailene Woodley (22) no para de cosechar elogios de críticos en todo el mundo. Muchos ya la comparan con Jennifer Lawrence, a quien dijo que admira. Será por esa similar voz ronca. O porque esta californiana parece seguir sus mismos pasos. Ambas se postularon para el rol principal de "Los juegos del hambre", pero la actriz de "El lado luminoso de la vida" se quedó finalmente con el papel. Ni lenta ni perezosa, Shailene se puso el traje de heroína en "Divergente", otra saga de ciencia ficción adolescente y apocalíptica basada en libros, aunque no tan taquillera como aquella.
Se destaca por su frescura en la pantalla y su natural belleza. Como la Lawrence, Woodley reniega un poco del showbiz hollywoodense. No parece querer encasillarse como una estrella taquillera, mechando papeles en películas algo más independientes como "White Bird in a Blizzard" (2014, donde se animó a escenas hot, desnudo incluido), "The Spectacular Now" (2013) y hasta en cortos de bajo presupuesto.
Shailene se muestra cómo es, sin importar si está en una alfombra roja o en un popular “late night show”. En mayo pasado se sentó frente a David Letterman y le confesó que suele comer barro para desintoxicarse. Y no tiene pudor en contar que fabrica su propia pasta de dientes, que se lava el pelo una vez por mes, que le gusta abrazar a desconocidos y broncear sus partes íntimas para brindarle vitamina D y evitar infecciones (?).
Le costó lograr ese papel que la catapultara. Sufrió varios rechazos grandes. Además de “Los juegos del hambre”, pudo haber sido la Dakota Fanning de “Mi nombre es Sam” y la Amanda Seyfreid de “Los miserables”. La última decepción: fue Mary-Jane Watson en “El asombroso Hombre Araña 2”, pero sus escenas quedaron afuera del corte final.
Pero desde chica que está acostumbrada a superar traspiés. A los 15 años, sus padres se divorciaron y le dijeron que tenía escoleosis (tuvo que usar un corset plástico durante dos años). Quizás por eso, el director Josh Boone dijo que era perfecta para esta sorprendente “Bajo la misma estrella”, donde destaca como Hazel Grace Lancaster, una enferma de cáncer que se enamora de Gus, un compañero de un grupo de apoyo.