Isa - así le dicen- tiene 73 años. Carlos 69. Después de un largo trecho recorrido, en el que no faltaron las penas, la vida los encontró, ya grandes. Y así empezaron a "andar juntos" lo que siguió del recorrido, son compañeros, compinches y encontraron así lo que antes les había faltado.
"Si tenemos suerte, en setiembre nos vamos a casar y vamos a hacer una pequeña fiesta", cuenta Juan Carlos Guzmán, quien nunca se casó ni tuvo hijos pero está comprometido con Isa hace un tiempo.
Isabel Cáceres, sí. Tuvo un matrimonio en el que fue víctima de violencia, además de hijos, familia con la que ya no tiene contacto "Hace 30 años que no sé nada de ellos, me abandonaron", relata.
Los avances de la ciencia han permitido que las personas vivan más y en mejores condiciones. Gracias a esto se llega a una vejez activa en la que tener una relación es una posibilidad tangible. Poco se habla de sexualidad en adultos mayores pero existe.
"La sexualidad muere con nosotros, así que todos pueden tener acceso a ella", asegura la sexóloga Alejandrina Román de Giro. Claro, esta tomará los ribetes propios de cada situación e implica abrir la mente: se habla de sexualidad en términos que van más allá del plano físico tradicional, de manera amplia.
Muchos han perdido parejas de mucho tiempo y a veces, lograr dar el paso de tener una nueva es todo un desafío que implica romper con concepciones arraigadas.
Isa y Carlos se atrevieron. Se conocieron en un hogar para adultos mayores hace ya 16 años. Estaba en Ciudad pero se decidió su traslado y Carlos no dudó en pedir que fuera juntos. Así llegaron hasta el hogar Felipe Llaver de San Martín, de la Dirección de Adultos Mayores de la provincia, donde están ahora y aseguran sentirse muy cómodos.
Son una excepción, comparten la habitación y quienes los ven aseguran que, sobre todo, se hacen bien. "Al hogar iba por 4 días, la conocí y me quedé", recuerda Carlos. "Lo mejor de mi vida es ella, para mí es todo, la quiero mucho", dijo con emoción. Aseguró que no han tenido problemas porque hablan: "Me gustan las cosas claras, no jugar con nadie y que no jueguen con uno", subraya.
"No me costó tanto (iniciar la relación) porque lo vi buena persona, es excelente como pareja, es muy lindo estar con alguien porque es triste la soledad, hago muchas actividades con él como gimnasia o ir a hacer compras, con él me dan más ganas de hacerlas", relató Isa.
Redescubrirse
Con el paso del tiempo el cuerpo cambia, también lo que se puede hacer con él. Por eso, iniciar una relación a esta edad es un desafío que implica romper con barreras mentales y de las otras. El cambio en el contexto demanda redescubrirse y redefinirse.
Lo primero es entender que la sexualidad es algo más profundo y amplio que sólo el coito. Mirna Tapia es psicóloga especializada en Adultos Mayores y lo primero que destaca es la gran diferencia que hay entre esta y el sexo.
"Nacemos varones y mujeres, definidos por los órganos sexuales, eso es el sexo. La sexualidad es mucho más amplia porque involucra no solamente una relación física sino también tomar café con una persona que querés mucho, es un momento placentero, es más íntimo, sentirse acompañado, es más espiritual, por eso en la sexualidad uno se entrega en cuerpo y en alma", detalla.
Román de Giro lo define de manera explícita y destaca las particularidades que puede presentar a esta edad. "La sexualidad es algo muy lábil, ya que es afectada rápidamente por distintos factores, esto sobre todo en el plano del funcionamiento de la genitalidad porque la sexualidad es mucho más amplia, puede haber besos, caricias, sin necesidad de penetración, aunque exista el viagra, pero no es para todos", explicó. Justamente esta pastillita (sildenafil), que actúa a nivel de la erección peneana, fue la gran revolución para este segmento.
Influyen muchas variables como las condiciones de salud o si se ha tenido que atravesar por un duelo por haber perdido una persona querida. En este marco, implica redefinir lo que se entiende por el intercambio sexual, concebirlo como algo que va más allá de la relación sexual en sí e incluso en ella considerar opciones.
"En esto es más que nada sentirse mimado y no sólo en lo físico, ser escuchado, acompañarse pero fundamentalmente hace referencia a una necesidad básica, a un deseo de un otro que nos acompañe, que nos haga sentir vivos", expresó Tapia. Desde su punto de vista, muchos han pasado tiempo solos y es volver a sentirse completos.
Encontrarse en esta nueva etapa de la vida supone que muchas veces no conocen su cuerpo y esto requiere volver a descubrirse. Se encuentran con inseguridades, especialmente sobre éste, tienen dudas y temores sobre si van a ser aceptados.
Pero además, Tapia explicó que para ellos influye mucho el qué dirán, en particular la opinión de sus allegados y a veces esto es un desafío más a superar.
Por otra parte, en el caso del varón pesan mucho los mandatos de género: “No pueden zafar fácilmente del modelo del boy scout (estar siempre listo) y el buen rendimiento pero la fisiología va cambiando desde los 40 años”. Por eso subrayó la importancia de sacar la sexualidad de la genitalidad e incentivar las caricias, el juego o el baile.
Hacerse bien
Quienes están vinculados a parejas mayores reconocen el impacto positivo que tiene para su salud entendida en un sentido amplio, los ayuda a superar patologías y les aporta ganas de vivir. Muchos tienen depresión y esto es sin duda algo por qué levantarse. Las redes sociales han hecho de las suyas y favorecido encuentros.
Marcela ha visto en su papá un cambio radical desde que comenzó una relación con quien fuera una amiga de la adolescencia. Un tiempo antes había perdido a su esposa quien tuvo una larga lucha contra el cáncer. “El impacto que tuvo esta relación fue muy positivo, porque él venía de una tristeza muy grande; con esto volvió a nacer, a tener esperanza, a empezar a ver la vida de otra forma, a disfrutar, a no estar solo”, contó. Lo ve en lo cotidiano: “Volvió a hacer cosas que había dejado y está disfrutando muchísimo, es como que rejuveneció”.
Desde el punto de vista de la psicóloga, muchos han pasado tiempo solos y es volver a sentirse completos.
María Gimena Ponce, directora hogar Felipe Llaver reconoce cuánto cambian cuando tiene una relación. "Cuando tienen un vínculo se sienten rejuvenecidos, tienen otro espíritu, anímicamente se sienten de otra manera y eso impacta favorablemente en su salud".
Relaciones protegidas
Una de las patas de esta nueva realidad son las relaciones sexuales desprotegidas. Por falta de costumbre o una cuestión cultural, este segmento ni suele tener incorporado el uso del preservativo lo que conlleva el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual.
De hecho, este grupo es uno de los segmentos en los que se aprecia un incremento de los casos de VIH, según destacó el titular del programa provincial de Sida, Víctor Bittar.
Derechos sexuales en adultos mayores
Fueron expuestos en 1984 por el médico sexólogo Alonso Acuña Cañas en su libro "Sexo y Edad, de la madurez a la vejez".
1.- El ejercicio de la sexualidad es una libre opción que estoy en capacidad de tomar.
2.- Mi expresión sexual es permanente y no depende de la edad. Es una faceta vital que varía con cada persona.
3.- Tengo el mismo deseo y derecho a recibir y dar caricias tal y como sucedía en mi niñez y juventud.
4.- Estoy en capacidad de expresar sanamente el afecto hacia las personas que me atraen.
5.- Puedo constituir mi pareja y compartir mis sentimientos sin límite de edad.
6.- Soy capaz de trabajar, de producir, hacer deporte y divertirme.
7.- Como persona mayor puedo tener el don de la elementaridad, como sucede en la niñez. Soy capaz de gozar de la transparencia del aire, del aroma de la flor, el color de las mariposas, el roce de una mano amiga, la ternura de una caricia. Cada vez más en virtud de mi experiencia.
8.- Me aferro a la vida porque se de su valor y percibo el placer de vivirla, aunque en ocasiones disfrute en la soledad de mis recuerdos y parezca persona huraña.
9.- Tengo derecho a cuidar y mejorar mi imagen exterior, a transmitir la belleza interior que brota de mi cuerpo.
10.- El llegar a la vejez significa que he sobrevivido y triunfado sobre la enfermedad y la muerte. Puedo transmitir con orgullo estas ideas a mis hijos, nietos y amigos, para que a su vez si ellos logran alcanzar la vejez, tengan entonces el privilegio de transmitirlas también, a sus nietos, hijos y amigos.