El papa Francisco advirtió ayer desde Kenia sobre las consecuencias “catastróficas” de un fracaso de las negociaciones sobre el clima y preconizó el diálogo ecuménico como antídoto a la intolerancia, en un país duramente golpeado por los atentados yihadistas.
El Papa, que inició el miércoles su primera visita a África, se reunió en la mañana de ayer con representantes de otros credos, entre ellos varios dignatarios musulmanes.
Al menos 400 personas murieron en Kenia en los dos últimos años en atentados de los islamistas somalíes shebab, vinculados a Al Qaeda. Particularmente sangrientos fueron los ataques a la universidad de Garissa, en abril pasado (148 muertos), al centro comercial Westgate de Nairobi (67 muertos, en 2013) y a varias localidades costeras en 2014, que dejaron un centenar de muertos.
Después de ese encuentro, Jorge Bergoglio celebró una misa ante 200.000 a 300.000 personas (según la prensa local), en el campus de la universidad de Nairobi.
Los fieles recibieron con cantos y danzas al Pontífice argentino, de 78 años, que llegó en papamóvil. “Bailan con todos los músculos de su cuerpo”, comentó admirativamente a sus asesores.
Algunos feligreses llegaron al campus a las 2 de la mañana, a pesar de las lluvias torrenciales que se abatieron sobre la ciudad durante la madrugada. Para muchos, se trataba de “un momento histórico” que no querían perderse.
Decenas de miles de personas siguieron también la misa por pantallas gigantes en el parque de Uhuru, donde el papa Juan Pablo II había congregado imponentes multitudes en sus visitas a Kenia de 1980, 1985 y 1995.
Francisco, que parecía cansado, llevaba una casulla con motivos masai bordada por monjas de la villa miseria de Kangemi.
Papel de la familia
En su prédica, llamó a “resistir a las prácticas que favorecen la arrogancia de los hombres, que hieren o desprecian a las mujeres, que no cuidan de los ancianos y amenazan la vida del inocente que aún no ha nacido”.
Resaltó el papel de la familia, “especialmente importante hoy en día, cuando asistimos al avance de nuevos desiertos creados por una cultura del materialismo, el egoísmo y la indiferencia”.
En su misa, también urgió a los jóvenes kenianos a “rechazar todo lo que conduce al prejuicio y la discriminación, porque esas cosas ya sabemos que no son de Dios”.
Pero no hubo ni de lejos el 1,4 millón de personas que habían previsto las autoridades al declarar feriado nacional el día de ayer. El Vaticano había pronosticado que asistiría medio millón de personas, pero probablemente el mal tiempo arredró a muchos.
El Papa se dirigió luego a la sede de la ONU en la capital keniana, donde pronunció un vibrante alegato a favor de la lucha contra el calentamiento global, a menos de tres días del inicio de la Conferencia de París sobre el clima (COP21).
“Espero que la COP21 lleve a concluir un acuerdo global y transformador, basado en los principios de solidaridad, justicia, equidad y participación”, declaró ante los funcionarios de los programas de Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA) y de los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat).
"Sería triste y me atrevo a decir, hasta catastrófico, que los intereses particulares prevalezcan sobre el bien común", agregó.
Francisco, elegido para dirigir la Iglesia Católica 2013, convirtió a la lucha contra el cambio climático en una de las marcas características de su papado.
En junio, publicó la encíclica, “Laudato sii” (Alabado seas), en la que llama a adoptar medidas concretas para frenar ese fenómeno causado por una explotación insensata de los recursos naturales, con impactos que afectan sobre todo a los países más pobres.
Contra el crimen organizado
El papa Francisco advirtió además que los tráficos de diamantes, de productos naturales o animales alimentan “la inestabilidad política, el crimen organizado y el terrorismo”.
“En el contexto de las relaciones económicas entre los Estados y los pueblos, no se puede dejar de hablar de los tráficos ilegales que crecen en un ambiente de pobreza y que, a su vez alimentan la pobreza y la exclusión”, afirmó.
Abogó igualmente por relaciones internacionales más equilibradas, a pocos días de la inauguración en Nairobi de la 10ª Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
“La interdependencia y la integración de las economías no debe suponer el más mínimo detrimento de los sistemas de salud y de protección social existentes; al contrario, deben favorecer su creación y funcionamiento”, sostuvo.
El Papa viajará hoy a Uganda y luego a República Centroafricana, un país devastado por los enfrentamientos entre milicias cristianas y musulmanas.
"El diálogo de cristianos e islámicos es esencial"
El papa Francisco dijo el jueves a líderes cristianos y musulmanes en Kenia que no tienen otra opción que la del diálogo para protegerse de los atentados “bárbaros” de extremistas islámicos que han sacudido al país, e indicó que deben ser “profetas de la paz”.
Francisco se reunió con un pequeño grupo de líderes religiosos de Kenia antes de celebrar su primera misa pública en el continente, una alegre celebración en un día lluvioso a la que asistieron aproximadamente 300.000 fieles, incluido el mandatario del país.
El Papa argentino, que nunca había visitado África, pudo ver a cantantes que ululaban en swahili, monjas que se meneaban al ritmo de la música, miembros de la tribu masai y bailarines tradicionales en la misa celebrada en terrenos de la Universidad de Nairobi.
La Iglesia africana es una de las más conservadoras del mundo, los obispos africanos están en la primera fila de los que insisten en poner énfasis en el magisterio de la Iglesia con respecto al matrimonio y la sexualidad, además de su oposición al aborto.
Instó a los curas y monjas a seguir el ejemplo de Cristo
Miles de sacerdotes, seminaristas y monjas en Kenia dieron la bienvenida al papa Francisco en una reunión especial en los terrenos de una escuela católica en Nairobi.
En un discurso mayormente improvisado que provocó aplausos y vítores de la concurrencia, Francisco les dijo a clérigos y monjas que Jesús les ha escogido y que ellos deben seguir a Cristo.
Francisco a menudo abandona discursos preparados cuando se reúne con el clero local o con jóvenes. Como a menudo lo hace, el Papa se disculpó por no poder hablar inglés muy bien y optó por el español.
Francisco, en su segundo día de visita a África, se alegró por el hecho de que “la sociedad de Kenia se ha visto bendita durante mucho tiempo por una sólida vida familiar”, palpable en “el profundo respeto a la sabiduría de las personas mayores”.
“La salud de toda sociedad depende siempre de la salud de las familias. La fe en la palabra de Dios nos llama a apoyar a las familias en su misión en el interior de la sociedad, a acoger a los niños como una bendición para nuestro mundo”, prosiguió en su homilía, pronunciada en italiano y traducida al inglés.
La solidez de la familia “es especialmente importante hoy en día, cuando asistimos al avance de nuevos desiertos creados por una cultura del materialismo, el egoísmo y la indiferencia”.