Cálido como siempre, Sergio Dalma, la voz ronca y seductora del romance en estado puro (para muchos al menos), nos atiende el teléfono desde su España natal.
El intérprete de 53 años tiene muy en claro (y más que nunca) lo que desea, lo que no, y lo que su tercer disco de versiones sobre clásicos italianos ("Vía Dalma III") implica.
Una recopilación, que ya desde su infancia germinó para el resto de su vida y que reversionó en una trilogía cuya tercera parte pone el moñito a una entrega de años. Hablamos de canciones que "me marcaron", apunta.
“Volare”, o “Bella sin alma” de Riccardo Cocciante, son sólo dos perlitas que retoma para desandar por la “Avenida Dalma”. La suya.... La de su vida.
"Vuelvo a Mendoza con 'Vía Dalma III'. Tenía muchas ganas de retornar a tu provincia. El público argentino es lo más cálido y fervoroso que hay", lanza, agradecido y con un énfasis creíble.
El intérprete estará el jueves 29, en el Stadium Arena Maipú (ver cuadro aparte).
–Traés un disco de canciones reversionadas de grandes íconos de otros tiempos. ¿Con qué nos vamos a encontrar los mendocinos?
–Nosotros quisimos hacer un homenaje a la música italiana en 2010, que se llamó simplemente “Vía Dalma”. No llevaba ni número. Pero luego continuamos con una segunda parte y más tarde llegaría una tercera.
Esto dio lugar a un espectáculo en el que la idea es invitar al público a que pasee por “Vía Dalma”, que ya es casi una avenida, y disfrute de esas canciones, con nuevos arreglos de grandes clásicos. Se trata de un espectáculo donde se dan momentos muy íntimos, pero también de los otros, ya que instamos a que la gente se pare y baile...¡Lo van a disfrutar!
–¿Sos consciente de que, aunque lleves al público por esa "avenida de canciones", el pedido de siempre será que cantés "Bailar pegados"?
–(Ríe) Hay otra nueva versión de esta canción tan amada y tan pedida. Es un tema que siempre vale la pena que siga fresco, lindo y joven porque me ha brindado grandes ilusiones... Definitivamente nunca puede faltar. Y, además, es parte de mi ADN.
–¿Por qué Italia es la gran inspiración de esta trilogía de clásicos reversionados?
–Empecé la carrera de Filología Románica, o sea, francés e italiano. Luego fui al instituto Dante Alighieri en Barcelona y hasta me dieron una beca de estudios para Siena. Al final pesó mucho más la pasión por la música y tuve que dejarla.
De todas maneras, se fue gestando desde entonces una pasión en mí por Italia y todo lo que la define, que se transformó en una gran pasión. Ahora hablo italiano a menudo porque voy mucho por allá debido al trabajo. Es un país que me gusta en todo su concepto. Recuerdo escuchar en casa de mis padres muchas canciones maravillosas, que luego llevé a “Vía Dalma”.
–¿Qué te llamaba la atención por aquellos tiempos?
–Las voces tan rasgadas, tan pasionales...Recuerdo, por ejemplo, la canción “Bella sin alma”, de Riccardo Cocciante... ¡Me mataba! Eso te marca. Italia es un país maravilloso. No descartaría vivir allí en algún momento.
–¿Tendremos que ponernos celosos los argentinos?
–¡Nooo! (ríe) Ustedes tienen por razones obvias mucho del español y del italiano, sobre todo en la forma pasional de sentir cada cosa de la vida. Me identifico absolutamente con la forma pasional del argentino. Dan todo, como yo en el escenario...
Un romántico... aunque pragmático
–¿Sentís que sos "el nombre del romance", como muchos te adjudican?
–No, para nada. En muchas de estas canciones uno es simplemente un narrador de historias, aunque pueda o no identificarse con algunas canciones más que con otras, pero no siempre soy el protagonista... Además cuando uno canta tiene la posibilidad de contar alguna historia real, pero también de fantasear. Muchas de esas canciones si fueran reales en la vida, empalagaría a más de uno... ¿O no? (ríe).
–¿Considerás que el romance o el amor, con nuestro presente tan mediado por redes sociales, puede llegar a tener fecha de vencimiento?
–Sí, para mí tiene una fecha de caducidad, y así como llega, también se va. Lo que uno tendría que hacer (una visión que al menos tengo yo a mis 53 años) es disfrutar de ese momento en pareja. Siempre estar con alguien enriquece la vida, y también es importante que sea lo mismo para la otra persona.
–¡Me tirás abajo al romántico que te creía!
–No es la idea, pero en las relaciones apuesto a nunca tener esa especie de “condición” de decir “luchemos para que sea para toda la vida”. Para mí, cuando se siente que no hay más nada, es mejor ser sincero. De lo contrario se termina por destruir algo hermoso, por “luchar” por algo que ya no está entre esas dos personas.
–Solés decir siempre que en tu equipaje no falta nunca un buen libro. ¿Cuál vas a traer en tu gira por Mendoza?
–Yo leo cuatro o cinco libros al mes porque adoro leer. Ahora estoy leyendo algunos en italiano, también en catalán... En fin soy de aquellos que entran en una librería y se llevan todas las novedades. He descubierto la magnífica terapia de leer antes de dormir, y es el mejor consejo que puedo dar para relajarse y descansar bien.
–¿Fantaseás con verte en diez años en los escenarios?
–(ríe) No sé si tendré la energía para llevar el ritmo que llevo hoy. La sociedad y la música cambian mucho... Igual hay que tomar la decisión en algún momento de bajar el acelerador cuando llegue el momento, y seguir disfrutando.
–¿Te preocupa el paso del tiempo?
–La verdad no me veo cantando a los 70 años, con lo cual considero siempre que ojalá nunca me falte la lucidez de saber elegir el momento de retirarme, y que no sea el público el que lo haga.
La ficha
Sergio Dalma en Mendoza
Show: Vía Dalma III
Día y hora: jueves 29 de marzo, a las 22.
Lugar: Stadium Arena Maipú (Emilio Civit y Maza).
Entradas: $ 1.500 (Vip), $ 1.250 (Platino), $ 800 (Gold) y $ 500 (Platea sin numerar).
Lugares: En Tarjeta Nevada (Las Heras 419, Ciudad), Maxi Mall (San Martín 1465, Ciudad), Arena Maipú (Emilio Civit y Maza, Maipú), La Casa del
Sheik (San Martín 274, Maipú) y en www.tuentrada.com
Más información: http://sergiodalma.es/
El espectáculo: Sergio Dalma presenta en Arena Maipú Stadium un nuevo episodio de su exitosa colección Vía Dalma.
“Vía Dalma III”, es una colección de canciones heterogéneas pero conectadas por la reinvención mágica de su voz, sin duda una de las más personales y reconocibles voces del panorama musical latinoamericano en los últimos 25 años.