Serena cumplió y alcanzó a Graf

La estadounidense se quedó con su 22° título de Grand Slam al vencer a la alemana Kerber en Wimbledon.

Serena cumplió  y alcanzó a Graf

La estadounidense Serena Williams conquistó su séptimo título en Wimbledon, su 22º Grand Slam, tras superar en la final a la alemana Angelique Kerber, número 4 del mundo, por 7-5 y 6-3.

La 1 del mundo, derrotada en enero por Kerber en la final del Abierto de Australia, igualó la marca de Steffi Graf, que ostentaba en solitario el récord de trofeos en torneos Grand Slam desde que se instauró el profesionalismo en el tenis (1968).

El récord absoluto (24) pertenece no obstante a la australiana Margaret Court entre 1960 y 1973. Cerca de cumplir los 35 años (a finales de setiembre), la estadounidense aún tiene tiempo para convertirse en la mejor jugadora de todos los tiempos.

La morena se derrumbó abatida sobre la pista Central al final de un bonito partido de 1 hora y 21 minutos de duración, en el que marcó la diferencia a través de su servicio, y bombardeando la defensa de su rival. Dando muestras de intensidad y rabia, y repitiendo expresiones como 'come on' (¡Vamos!), la menor de las hermanas Williams puso fin a tres fracasos consecutivos en torneos "grandes".

Hace un año, tras las victorias consecutivas en Melbourne, Roland Garros y Wimbledon, ese objetivo así como el Grand Slam en un mismo año parecían objetivos factibles. Pero el sueño se evaporó en semifinales del Abierto de Estados Unidos. Tras un tiempo de reflexión para superar esa decepción, Serena volvió a caer en 2016 en la final del Abierto de Australia ante Kerber, y de Roland Garros ante Garbiñe Muguruza.

"Es un enorme alivio. Quiero saborear este momento. Más allá de las cifras, la de hoy es una bella y satisfactoria victoria. Fue una gran final", declaró Serena.

La tenista admitió que las derrotas en las últimas finales de los "grandes" le provocaron algunas "noches en vela". "Me metí mucha presión (...) Tenía que dejar de focalizarme en esas derrotas... aunque no estaba nada mal lo que había conseguido. Cualquier otra tenista estaría contenta".

Además, la estadounidense se cobró así venganza de la derrota sufrida ante Kerber en la final del Abierto de Australia.

Ayer la zurda alemana de 28 años desplegó una defensa todoterreno a Serena, pero esta logró derribarla con su potencia y con sus golpes asombrosos. "Serena ha sacado de manera increíble. Lo probé todo, pero no pude hacer más. Merece la victoria", declaró la alemana.

El partido comenzó con un ritmo alto. Kerber salvó tres bolas de break en su primer juego con el servicio a favor, bajo la atenta mirada de celebridades del mundo de la música, como Beyonce y Jay Z, que acudieron a animar a Serena.

La estadounidense se torció el tobillo en el noveno juego, lejos de amilanarse logró poco después un séptimo ace. A la potencia de Serena Williams, Kerber intentó oponer su juego de piernas y sus cualidades de restadora. Pero la alemana falló en el duodécimo juego con un revés cruzado después de haber salvado una bola de set (7-5).

En el segundo set llegaron a ponerse 3-3, pero Williams marcó la diferencia con dos aces seguidos. Con 4-3 para Serena, Kerber se puso 40-15, pero la estadounidense dio la vuelta a la situación antes de culminar su victoria de nuevo gracias a su potente servicio.

A Serena ya sólo le quedaba celebrarlo en la hierba londinense. "Lo intenté todo pero no pude hacer nada", se lamentó, impotente, Kerber.

“Un 22º título es genial. En Londres me siento como en casa”, se congratuló Serena.

La norteamericana no solo se conformó con el título en individuales, sino que pocas horas después ganó el torneo formando pareja con su hermana Venus. Su próxima cita en un Grand Slam será en setiembre en Estados Unidos, donde podrá superar la marca de Graf, pero antes intentará ganar en Río una segunda medalla de oro en categoría individual, y cuarta en dobles junto a su hermana Venus.

Por primera vez, Murray es favorito

Eliminados sus rivales Roger Federer y Novak Djokovic, el escocés Andy Murray se presenta por primera vez como gran favorito en una final de Grand Slam, la que disputará contra el canadiense Milos Raonic.

Será la undécima final de Grand Slam para Murray (y dos títulos), pero la primera en la que no se enfrente a uno de sus dos grandes rivales en los últimos años.

Murray ya fue campeón en Wimbledon en 2013, poniendo fin a una sequía de 77 años sin triunfo británico, el que hasta ahora era su único título”'grande” junto al US Open 2012.

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