Con un gol agónico de Nemanja Maksimovic (118), Serbia ganó su primer título mundial Sub-20 como país independiente hoy en Auckland al derrotar 2-1 a Brasil en el alargue, tras 1-1 en el tiempo reglamentario de la final de la Copa del Mundo de Nueva Zelanda-2015, evitando el sexto título de la Canarinha con el que alcanzaba a Argentina al tope del palmarés.
El equipo balcánico de Veljko Paunovic se puso en ventaja con tanto del delantero Stanisa Mandic (70), pero enseguida el centrocampista del Manchester United Andreas Pereira igualó (73) para el once de Rogerio Micale con un golazo de jugada personal, estirando el misterio a la prórroga, en la que los serbios por tercera vez en el torneo se llevaron el triunfo antes de llegar a los penales, vía por la que sí superaron a Estados Unidos en cuartos (6-5), por lo que en total el nuevo campeón tuvo que luchar 120 minutos en los cuatro partidos de eliminación directa.
En octavos los serbios se habían salvado ante Hungría (2-1) y en semis frente a Mali (2-1).
"Estoy muy feliz de haber enviado un mensaje en este torneo, un mensaje de unidad, pasión y de jugar con el corazón. Y espero que podamos ayudar a unir a nuestra gente para vivir pacíficamente después de 20 años de conflictos", dijo Paunovic tras la consagración.
"Este resultado es la consecuencia de un proyecto que se ha construido durante varios años. El trofeo nos da confianza y también credibilidad, lo que es muy importante", añadió.
Brasil, campeón en 1983, 1985, 1993, 2003 y 2011, estuvo cerca de la victoria que buscó desde el comienzo, pero la falta de un atacante contundente le impidió volver a festejar después de una campaña en la que había ido de menor a mayor, ganando su fase de grupo con triunfos ante Nigeria (4-2), Hungría (2-1) y Corea del Sur (3-0) y luego por penales en octavos (5-4 a Uruguay) y cuartos (3-1 a Portugal). para aplastar en semifinales a Senegal (5-0).
"Cuando di mi primera entrevista en este Mundial y me preguntaron qué equipo podía ser la sorpresa dije Serbia", afirmó Micale, quien de esa forma no se vio sorprendido por la derrota.
"Me voy de Nueva Zelanda y del Mundial con buenas sensaciones sobre lo que hemos hecho. Recién estamos empezando el trabajo con estos jugadores y probablemente harán cosas buenas para Brasil en el futuro", añadió.
Serbia, el rey del alargue
El primer aviso lo dio Brasil a los 10 minutos con un bombazo desde la medialuna del área del atacante del Real Madrid Jean Carlos que tapó de forma brillante el portero Predrag Rajkovic, que diez minutos más tarde volvió a responder con excelencia ante un remate durísimo al primer palo que soltó Gabriel Jesus.
Pero después el partido comenzó a desinflarse, porque Serbia ajustó las marcas y Brasil dejó de tener ideas y profundidad con la posesión del balón.
En el segundo tiempo, Brasil arrancó otra vez mejor y casi marca con un remate desviado por arriba del capitán Danilo (48) desde el punto penal, tras un desborde de Jorge por izquierda que no pudo puntear Jean Carlos ante el rechazo de Rajkovic, el mejor jugador de la final.
Brasil mantenía el control del juego, pero Serbia sorprendió con una triangulación por derecha que derivó en un centro de Maksimovic que empujó al gol Mandic, solo en el área chica (70), rompiéndole una imbatibilidad de 572 minutos a Jean.
En una final muy cerrada parecía un adelantamiento decisivo, pero apareció la magia del ingresado Andreas Pereira. El diablito rojo tomó la pelota por la izquierda, encaró al área sacándose tres hombres de encima y cruzó su remate de derecha para decretar el 1-1 (73).
En el descuento, Andreas Pereira casi le da el título a la Canarinha con un tiro libre que sacó Rajkovic sobre la línea, para estirar el suspenso al alargue.
Sobre el final de la prórroga, cuando todos esperaban la lotería de los penales, apareció Maksimovic cara a cara con Jean y con un remate cruzado le dio a Serbia su primer título como país independiente, ya que la desmembrada Yugoslavia había logrado la corona en Chile-1987.