San Rafael fue, durante muchos años, quien lideró el ranking de reinas nacionales de la Vendimia. Hoy se encuentra compartiendo el segundo lugar con Godoy Cruz, con 9 representantes cada uno, mientras el primer lugar está ocupado por Guaymallén, con 10 soberanas.
Sin embargo, el dato más llamativo es que desde 1998, con Cecilia Fornara, los sanrafaelinos no ven a una representante suya ser coronada en el teatro griego Frank Romero Day.
Dicho de otra manera, a pesar de más de 20 años de suerte esquiva, San Rafael sigue estando arriba en el conteo de reinas, lo que deja en evidencia que en otros tiempos la racha le fue favorable.
Así, la primera en obtener tan importante logro para su tierra fue Irene Roldán, en 1941. Siete años después, en 1948, Hebe Magrino repetiría la hazaña.
En la década del 50 ocurriría un hecho histórico que solo ha logrado San Rafael: dos representantes serían coronadas consecutivamente como Reina Nacional de la Vendimia: Nilda Eraso en 1958 y Clementina Herrera en 1959. Cabe aclarar que esta última fue en realidad elegida en la Fiesta del Vino, ya que ese año se hicieron festejos austeros por la crisis económica
Dos años después, en 1961, los habitantes del Corazón de Mendoza volvían a festejar al saber que Isabel Golbano se convertía en la quinta mujer en llevar los atributos nacionales a su tierra.
Y, para no perder la costumbre, la suerte volvería a ser para San Rafael tres años más tarde, cuando Teresa Wachowics recibía la corona que la ungía Reina Nacional de la Vendimia 1964.
Espera con yapa
Luego de rachas tan positivas, el departamento sureño no lograba volver a ver una candidata suya luciendo los atributos más importantes de la Fiesta de la Vendimia.
Pasarían entonces 17 años de espera, pero algo increíble ocurriría nuevamente: dos reinas sanrafaelinas eran coronadas consecutivamente. Josefina Izquierdo le devolvía la alegría a su tierra en 1981 y hacía traspaso de mando a su coterránea, Marcela Perdigués, en 1982.
Transcurrían nuevamente los años y la sequía se empezaba a sentir, pero llegó 1998 y María Cecilia Fornara se imponía en el Frank Romero Day, ante la ovación de los asistentes, convirtiéndose así en la novena y última reina Nacional de la Vendimia que lograra San Rafael.
El virreinato también es esquivo
Similar a lo que ocurre con el título de reinas nacionales, las representantes de San Rafael han quedado en el segundo lugar en muchísimas ocasiones, pero en esta edición se están cumpliendo 27 años de espera, siempre y cuando no cambie la racha con el resultado de esta noche.
Al día de hoy sigue estando al frente de este conteo, junto a Guaymallén, con 11 representantes cada uno. Sin embargo, la última vez que una sanrafaelina lució los atributos de virreina fue en 1993, o sea, hace ya 27 años, con María Inés Lassa.
Previo a esto, la primera fue Josefina Chueca, en 1939. Tres años más tarde, en 1942, Elena Viola volvía a quedar segunda en el podio. Si hubiese ganado, habían sido tres las ocasiones que una representante de San Rafael hacía traspaso de atributos nacionales a una coterránea. La lista siguió con Lidia Rodríguez, en 1946.
La década del 50 también sería próspero para el virreinato, al coincidir dos años consecutivos las sanrafelinas en quedar segundas en el Frank Romero Day: Matilde Maggione (1954) y Catalina Suagusa (1955).
Recién 14 años después, en 1969, Ana María Montoya se convertía en virreina nacional de la Vendimia.
Entre los primeros años de la década del 70 y el inicio de la del 80 se dio una seguidilla de casos en las que las representantes de San Rafael hacían excelentes participaciones, pero no llegaban a los votos necesarios para ganar, y quedaban así segundas.
Tales mujeres fueron Mónica Roberts (1974), Miriam Noli (1977), Graciela Testa (1979) y Mirtha Elena Martínez (1980), siendo las dos últimas consecutivas.
Cabe recordar que los dos años siguientes ganarían Izquierdo y Perdigués. Por tanto, esos 4 años las mujeres sanrafaelinas tuvieron un protagonismo notable.
Transcurrirían entonces 13 años hasta que Lassa fuese coronada Virreina Nacional, hecho que no volvería a repetirse hasta hoy.