Una multitud participó de las actividades oficiales en nuestra provincia para conmemorar los 200 años de la Declaración de la Independencia Argentina, que tuvieron sus platos fuertes con un emotivo acto en el Cerro de la Gloria -al pie del Monumento al Ejército de los Andes-, un desfile patrio que partió del Parque y culminó en la Plaza Independencia y una espectacular puesta en escena artística en este espacio verde, que justamente lleva el nombre del hito celebrado ayer.
En medio de la emoción, la algarabía y el fervor patrio, los mendocinos se mostraron muy optimistas e ilusionados a la hora de reflexionar sobre las circunstancias en que el Bicentenario nos encontró a todos los argentinos.
“En lo personal, vivo el Bicentenario con mucha esperanza. Hace años vengo esperando esta fecha y tengo fe en que éste va a ser nuestro año, porque esto nos identifica”, indicó Nélida Moreno, una guaymallina a la que no le molestó madrugar un sábado con tal de estar presente en la cima del Cerro de la Gloria.
“Veo que el país está tratando de integrarse, y ésta es una fecha muy importante. Hay que ponerle el pecho y ganas para poder sacarlo adelante, porque esto no es algo que se vaya a arreglar de un día para el otro”, reflexionó Luis Zambrano, quien llegó desde El Bermejo para ver a su hija que participaba del acto como una de las escoltas de su colegio.
Balance positivo
Luego del tradicional Toque de Diana en el domicilio de la vicegobernadora Laura Montero -ya que Alfredo Cornejo se encontraba en Tucumán-; la celebración oficial se trasladó al Cerro de la Gloria.
Desde antes de las 9, alumnos de varias escuelas fueron llegando y acomodándose al pie del histórico monumento realizado por Juan Manuel Ferrari. Si bien a primera hora el frío aún se hacía sentir -a tal punto que una vendedora de chocolate caliente con tortitas pasó a ser la persona más buscada-, con el correr de los minutos el día fue mejorando.
Para las 10.30 -hora en que comenzó el acto-, el Sol del 9 de Julio ya había asomado por completo y parecía no querer perder protagonismo frente al del 25, sobre el que incluso ya se escribió un gato.
“El Bicentenario nos encuentra bien. Esperemos seguir mejorando, pero ser libres e independientes es algo muy importante y que no tiene precio”, indicaron Viviana y Teresa, quienes acompañaron al acto a los chicos de la escuela especial 7-010 de El Borbollón (Las Heras).
Tras izar la bandera, la Banda militar Talcahuano interpretó dos veces el Himno nacional -ya que algunos colegios continuaban llegando al lugar cuando finalizaba la primera- y los presentes se sumaron a la entonación por duplicado.
Teniendo en cuenta la ausencia de Cornejo (“está como estuvo en su momento Godoy Cruz, representándonos en Tucumán”, destacó Montero entre risas), fue la vicegobernadora quien habló a los mendocinos. “Esto no tiene que ser sólo una efemérides; esto nos tiene que ayudar también a mirar el futuro.
Tenemos que detenernos en qué impulsaba a estos héroes y qué deberíamos hacer nosotros para encontrar un móvil que nos ayude a pensar un futuro mejor”, destacó y aprovechó para hacer campaña por la reforma de la Constitución y la necesidad de un Plan de Ordenamiento territorial.
Luego fue el turno de la presentación de la Canción del Bicentenario y, para el cierre, los alumnos comenzaron a descender de la cima del cerro. En ese momento, por iniciativa propia, los presentes cantaron por tercera vez el himno.
Desfile patrio
Mientras terminaba el primero de los actos, sobre calle Libertador -a 300 metros de los Portones del Parque-, la formación que participaría del desfile cívico se iba armando.
El desfile transcurrió por una única calle y a lo largo del recorrido una multitud fue aplaudiendo y vitoreando a sus protagonistas, acompañando siempre con el grito de “¡Viva la patria!”
“Vine especialmente con mi esposa y mi hijo a ver el desfile. Creo que estamos en un punto de inflexión, pero veo un país esperanzado. Y si bien nos falta mucho aún, de a poquito se puede ir saliendo”, destacó Juan Pablo, un mendocino que estaba en su bicicleta y con una pequeña bandera argentina colgando en su espalda.
“Me gusta que el desfile fomente los valores patrióticos, porque siempre sale con los deportes. Pero nos falta en el día a día”, contó.
René (67) llegó al Parque acompañado de su nietita Hanna. “El Bicentenario nos encuentra bastante desunidos, pero tiene que ser la excusa para que empecemos a tirar todos para el mismo lado. Hace falta retomar los valores que nos inculcaron en 1816”, destacó.
Sobre calle Emilio Civit, varios vecinos aprovecharon y se asomaron por sus balcones para aplaudir el desfile, además de los que estaban apostados en la calle.
“Nos estamos recuperando de las malas administraciones”, sintetizó Horacio Le Donne quien, junto a su familia, salió de Luján para disfrutar del acto. Las mujeres de la familia tenían sus mejillas pintadas de celeste y blanco, mientras que Horacio llevaba una bufanda que emulaba la bandera.
Una tarde a pura música y comidas típicasTal como estaba previsto, ayer por la tarde el festejo por el Bicentenario de la Declaración de la Independencia convocó a unas 7 mil personas que presenciaron el recital que ofrecieron figuras como Pedro Aznar y Juan Carlos Baglietto, en la plaza Independencia.
Mientras se escucharon canciones de autores latinoamericanos, en las zonas periféricas del paseo las familias expresaron su sentir patriótico y el celeste y blanco ocupó cada rincón. Además de banderas y escarapelas, se pudo ver, por ejemplo, a niños con la cara pintada con los colores de la Bandera.
En el ambiente, los aromas a platos típicos se entremezclaban: mientras algunos esperaban su turno para buscar su porción de asado, otros optaron por llevarse a su casa una ración de locro o compartir unas sopaipillas calientes con mate.
