A Carlos Cabrera (46) le faltan dedos para contar las veces que fue condenado por la Justicia y no escarmienta: la jueza María Victoria Franano acaba de sentenciarlo a una dura pena: 15 años de cárcel por abuso sexual gravemente ultrajante por el uso de arma. Se trata de la 16ta condena que recibe y el fiscal Oscar Sívori consideró en sus alegatos que se trata de "un psicópata que no acepta límites".
En los últimos veinte años, Cabrera fue condenado en 15 oportunidades por delitos que van desde el hurto simple al robo agravado con armas, y pasó más tiempo preso que en libertad. Ahora recibió una dura condena por haber abusado sexualmente de una mujer en los callejones de una finca santarrosina.
"La cantidad de condenas que tiene este hombre y el tiempo que ha pasado en el penal lo han depositado al margen de cualquier pauta de comportamiento social", dijo el fiscal Sívori, para quien "este caso demuestra, además, un claro fracaso del sistema penitenciario".
El caso
El 8 de noviembre de 2014, a las 10 y media de la mañana, una mujer de 23 años volvía a su casa luego de acompañar a su mamá. La joven caminaba sola, por el callejón de una finca de Santa Rosa, cerca de la calle El Altillo, cuando fue abordada por un desconocido al que más tarde describió como "un morocho, de pelo canoso y rulos, de unos 40 años de edad".
El hombre llevaba en la mano un cuchillo de 30 centímetros y obligó a la chica a internarse entre unos parrales: "Quedate callada", la amenazó, y enseguida la tiró al piso; con el cuchillo le arrancó las ropas y también el corpiño, comenzó a manosearla y fue en medio de esos abusos que la joven consiguió soltarse, empezó a gritar y pudo patear a su agresor, que salió corriendo.
Dos vecinos, que finalmente resultaron testigos ocasionales del hecho, vieron huir a un hombre, al que luego identificaron como Cabrera, que fue detenido esa misma noche. Todavía tenía entre sus ropas el cuchillo con el que amenazó a su víctima y también mostraba algunos rasguños en la cara.
Del examen psiquiátrico se desprende que Cabrera es una persona que, por sus conductas, "debe considerarse peligroso para sí y para terceros"; también señala el informe que "tiende a no respetar normas y límites externos", aconseja tratamiento y sostiene que "no muestra resonancia afectiva respecto a la situación por la que está detenido".
El fiscal Sívori pidió una condena de 16 años y subrayó "la indiferencia permanente de este hombre", que ni siquiera mostró reacción cuando la víctima decidió declarar en su presencia y lo acusó ante el tribunal. "Es un delincuente peligroso que ha tenido 16 condenas anteriores pero de quien realmente no sabemos cuántos delitos ha cometido".
Finalmente, la jueza Franano condenó a Cabrera a 15 años y ni siquiera al momento de la lectura de la sentencia el condenado mostró algún tipo de reacción.