Sociedad
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hace 49 minutos
El flamante presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, es continuador de la obra de Jorge Casaretto en la diócesis de San Isidro y acompañó como obispo auxiliar de Buenos Aires la tarea del entonces cardenal Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, con quien mantiene una estrecha relación.
Con 71 años recién cumplidos, bachiller en teología por la Pontificia Universidad Católica Argentina, hace seis años que se desempeña como titular de Cáritas, el organismo de la Iglesia que se encarga de la ayuda a los sectores más necesitados.
Se lo conoce por su prudencia, su sensibilidad social y su inclinación al diálogo, cualidades que lo convirtieron en los últimos años en un referente del campo social de la Iglesia argentina.
Desde la presidencia de Cáritas, Ojea reafirmó su prédica en favor de los más necesitados y a favor de la inclusión social, y desde ese cargo confirmó ante sus pares del Episcopado sus dotes de liderazgo así como su capacidad de administrador.
Nacido en Buenos Aires el 15 de octubre de 1946, fue ordenado sacerdote el 25 de noviembre de 1972, elegido obispo auxiliar de Buenos Aires el 24 de mayo de 2006 por Benedicto XVI, y ordenado obispo en setiembre de 2006 por el cardenal Jorge Bergoglio, entonces arzobispo de Buenos Aires.
En el 2009 fue trasladado como obispo coadjuntor de San Isidro, donde inició su ministerio pastoral en diciembre de 2011 para continuar la labor del hoy obispo emérito Casaretto.
A cargo de la diócesis de San Isidro, le otorgó un papel importante a los laicos de esa comunidad, al crear la Comisión de Justicia y Paz, conformada por personas comprometidas en distintas áreas de la sociedad civil.
En línea con el mensaje de "tolerancia cero" que predica Francisco, Ojea también mantiene un rol destacado en la lucha contra los abusos dentro de la Iglesia, enfrentando casos de pedofilia en San Isidro y promoviendo espacios de encuentro y reflexión sobre el tema con los sacerdotes de su diócesis.
En ese marco, recientemente hizo un enérgico llamado a superar "las redes de silencio familiares e institucionales" ante los casos de abuso.
También utiliza frecuentemente redes sociales como Twitter para replicar actividades de Cáritas y su diócesis, así como mensajes del pontífice argentino.
