Para muchos viajar supone subirse a un avión, tomarse un ómnibus, armar una valija o recorrer largas distancias. Para otros –entre los que me encuentro-, viajar es escaparse de la rutina, descubrir, maravillarse de lo cotidiano y conocer lo nuevo o, simplemente, mirar con otros ojos –los de turista y viajero- aquello que ya conocemos.
En esta nota invitamos a sentirnos turistas en nuestro propio pago, conocer los senderos de nuestros cerros, ponernos en contacto con la naturaleza y caminar… porque caminar, parafraseando a Edward Paul Abbey: “(… ) dilata el tiempo y prolonga la vida, que ya es de por sí demasiado corta para desperdiciarla con la velocidad... Caminar hace que el mundo sea mucho más grande y, por ello, más interesante. Uno tiene tiempo para observar los detalles”.
Justamente de eso se trata el senderismo, esta actividad deportiva sin competencia y sin prisa que propone estar en contacto con la naturaleza.
Propuestas aptas para todo público
Una de las ventajas que ofrece Mendoza a los suyos, es la cercanía con la montaña. No hace falta manejar muchos kilómetros para que el paisaje urbano sea sustituido por las siluetas de los cerros que componen el pedemonte y la pre cordillera.
Para quienes se inician en el senderismo, la provincia ofrece una amplia variedad de recorridos que se adaptan a los estados físicos y a la experiencia de los interesados.
En este sentido la Quebrada del 55, como se conoce este camino que comienza a unos 20 kilómetros de la Villa de Potrerillos por la Ruta Nacional 7, es una excelente opción para quienes empiezan en esta actividad. Alrededor de tres horas – a paso lento- supone el paseo completo que comienza al adentrarse en la quebrada que da nombre a la caminata.
Continúa siguiendo la huella de un arroyo que nos guiará a lo largo de la excursión que culmina con una espectacular cascada. Quienes vayan preparados y cuenten con guías de experiencia podrán realizar también rappel en la pared a un lado de la caída de agua; una cuota de adrenalina para los más valientes.
Otro sendero de interés y apto para todo público es el de Las Veguitas. Se accede desde Vallecitos, donde pueden dejarse los vehículos. Desde allí, una vez más el agua marca el camino hacia arriba.
El verde del paisaje desafía el árido clima mendocino y a los excursionistas que desean cumplir su meta. Para quienes no estén acostumbrados a hacer ejercicio la pendiente, seguramente, sea la mayor dificultad que presente el trayecto, que llevará de dos a tres horas – teniendo en cuenta la subida, bajada y tiempo de descanso- según las aptitudes de los participantes.
Para los que tengan resto, lo ideal es continuar una hora más es ascenso hasta Piedra Grande, un bello paraje en el que hay posibilidad de acampar.
Es útil destacar que Las Veguitas, también, es un sitio óptimo para hacer campamento y realizar excursiones de mayor complejidad. Por un lado, su altura -3.200 metros sobre el nivel del mar- permite aclimatarse antes de continuar ascendiendo.
Por otro, su cercanía a diferentes cerros de mayor altura y dificultad como Lomas Blancas (3850 m.s.n.m.), Estudiante (3900 m.s.n.m.), San Bernardo (4500 m.s.n.m.) y Franke (5100 m.s.n.m.) ya en la alta montaña mendocina, las transforma en un sitio dilecto de los que se inician en el andinismo.
Quienes todavía no cuenten con la experiencia o el estado físico para realizar este tipo de ascensos, pueden igualmente pasar una noche en Las Veguitas en carpa o en alguno de los refugios de Vallecitos. Cuando la oscuridad se apodera del lugar, el cielo se tiñe de estrellas y, a lo lejos se observan las luces de la ciudad.
Otra propuesta, más cercana a la capital mendocina, es el Cerro Negro de la Crucecita en Blanco Encalada. Un cartel desde la ruta, indica el desvío que desemboca en un puesto.
Desde allí, comienza la caminata. Poco a poco el ascenso se hace notar y, más de una vez, se debe parar a retomar fuerzas. El esfuerzo tiene su recompensa al hacer cumbre.
Los 360 grados de paisaje que nos rodean son merecedores de más de una foto. Al bajar, es recomendable prestar atención con las zonas de acarreos –como se denomina a la acumulación de pedazos de rocas en una pendiente-.
Al pie del cerro un pequeño arroyo y la sombra de unos sauces son el escenario perfecto para descansar antes de emprender la retirada.
La Quebrada de los Berros, también en Blanco Encalada, es una atractiva excursión de medio día. La entrada al recorrido se encuentra frente al ex camping Álvarez Condarco. La escasa pendiente hace posible avanzar sin dificultad. A medida que nos adentramos en la quebrada, la flora autóctona toma protagonismo.
La travesía culmina al llegar a la vertiente que da origen a la quebrada. La sombra, el pastizal que cubre el suelo y el cansancio acumulado obligan a un respiro contemplativo.
A la luz de la luna
Quienes quieran explorar otras opciones, el parador de Potrerillos el Origen de I, ofrece su propia caminata nocturna. Se parte desde el local, a la orilla de la Ruta Nacional 7, hasta el puesto El Banquito.
El dique Potrerillos y el Cordón del Plata enmarcan el sendero. El periplo termina con una reparadora cena a la parrilla. Como opción diurna el sitio ofrece salidas todos los sábados por la mañana.
El desierto lavallino y los Altos Limpios, como El Manzano, o los prístinos paisajes tupungatinos y malargüinos suponen cientos de circuitos más para despuntar el vicio. La cuestión es comenzar, luego no hay límite...
La tecnología acompaña
Al momento de realizar senderismo Internet funciona tanto como fuente de información como de inspiración. En este punto, el portal wikiloc (www.wikiloc.com) ofrece variedad de rutas al aire libre para realizar a pie, en bici o motorizados.
El usuario puede investigar sobre recorridos o subir los propios. Filtrar por distancia y dificultad y, acceder a las coordenadas y mapas. Así como también valerse de los comentarios y consejos de los usuarios que previamente han realizado el recorrido.
Consejos útiles
Al momento de realizar una excursión de senderismo algunos elementos son obligatorios sin importar la complejidad del camino.
VESTIMENTA ADECUADA: El calzado, claramente, debe ser cómodo y tener una suela que permita adherencia.
También es importante contar siempre con abrigo, dependiendo de la época del año. Una campera rompe viento o a prueba de agua son útiles para los imprevistos climáticos. No olvidar llevar sombrero o gorra, además de anteojos para protegerse del sol, protector, repelente para insectos y un pequeño botiquín. Es recomendable usar pantalones largos para evitar pequeñas picaduras o rasguños.
ACCESORIOS BÁSICOS: una mochila, cuyo tamaño variará dependiendo de la complejidad de la excursión. Por otro lado, una navaja, cuerda, linterna y silbatos son elementos que pueden ayudarnos a sortear dificultades de distinta índole. Desde cortar comida hasta ayudar a transportar a alguien lesionado o pedir ayuda.
Los bastones, aunque no todo el mundo los lleva, sirven para equilibrar el peso y contar con más puntos de apoyo a lo largo de la caminata.
HIDRATACIÓN: Por último, hay que disponer del agua necesaria para la distancia a recorrer y también con comida o pequeñas colaciones como frutas y frutos secos que provean de líquido y energía al cuerpo.
Información
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