Un costado del recinto legislativo, con varias bancas libres, fue el lugar elegido por los dos senadores radicales díscolos para armar su propio espacio. Se trata de los senadores radicales Raúl Ferrer y Walter Soto, quienes se apartaron del oficialismo, Cambia Mendoza, aunque en realidad se quedaron con ganas de armar su propio bloque. Para eso, necesitan ser tres.
Ayer sorprendió ver a los dos díscolos sentados en otro espacio del recinto, ya no al lado de quienes fueron sus compañeros de bloque, sino solos y aparte. Según explicaron, ayer completaron el trámite de “separación”.
Así, representaron, física y espacialmente, el nuevo espacio que no tiene nombre, pero sí una consigna: ya no levantarán la mano a las leyes del gobernador, Alfredo Cornejo, a no ser que estén convencidos de hacerlo.
"Es probable, puede ocurrir y pasar (el hecho de disentir). Estamos viendo, pero tendremos ahora la posibilidad de analizar los temas y tener una posición propia. Podemos coincidir o no con el oficialismo", avisó Ferrer, quien participó ayer "por primera vez" de una reunión de Labor Parlamentaria.
La decisión de dar un paso al costado nació el 4 de julio, después del cierre de listas. Aquel día, el Senado se preparaba para una sesión importante y cuatro faltas en el oficialismo motivaron la famosa “picardía” del PJ. La oposición no entró al recinto, dejó sin quórum e hizo caer la sesión, pero acusó que lo hacía por la interna en el radicalismo, sabiendo que los faltadores eran legisladores descontentos con su espacio.
En aquel momento se comenzó a hablar del ítem banca, para sancionar a aquellos que faltaran a las sesiones. El que más pregonó la medida fue el gobernador, Alfredo Cornejo. Pero más allá de las declaraciones y las medidas del momento, el malestar en Soto y Ferrer comenzó a madurar. A la semana siguiente, dieron el portazo e hicieron los trámites para separarse del bloque.
En el radicalismo minimizaron las pérdidas, y dijeron que saldrían a la búsqueda de los díscolos. En aquel momento, Ferrer le ponía condiciones: quería reunirse con Cornejo y el resto del bloque, para exponer su situación. Su queja era que no podía participar como quería en los debates.
Finalmente, no hubo ningún encuentro. "Es una decisión analizada, no es un capricho. Quedó quedo en claro que no fue pasar factura por las listas. Lo que queríamos era dejar en claro que queremos tener más participación, una discusión más amplia", justificó Ferrer.
La mudanza de bancas de ayer responde a la gestión que comenzó con aquel descontento. Con estas posturas, el Gobernador ya no cuenta con la mayoría simple propia (la mitad más uno), que descansaba en los 20 senadores radicales. Sin los dos díscolos, el frente Cambia Mendoza (con Libres del Sur incluido) reúne a 19 legisladores.
Dudas del PJ con el Código Procesal Civil
Luego de mucha discusión, hoy Diputados trataría el Código Procesal Civil, con la intención de que se convierta en ley. El debate llega con algunas dudas por parte del PJ, que ayer se levantó de la reunión de comisión de LAC y prometió para hoy una respuesta.
Así, el despacho lo firmó sólo la UCR. No obstante, en el oficialismo descansan en que habrá acompañamiento opositor, ya que hasta acá las charlas han tendido a cerrar acuerdos.
“El 95% de las dudas fueron salvadas”, señaló Jorge Albarracín, presidente de la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC).
En el partido opositor concuerdan con los lineamientos que plantea la primera modificación integral que se hace, en 60 años, al Código de forma mendocino. Pero son críticos con la implementación del mismo.
Según argumentan, la oralidad y la pretensión de que los juicios se resuelvan con celeridad, requerirá del nombramiento de más jueces, sobre todo, en los departamentos alejados.