Larga jornada de negociaciones entre oficialismo y oposición para acordar los dos proyectos de ley de la paz. Ayer, después de mucha charla entre Casa de Gobierno y Legislatura se logró acordar todo y a la 0.30 de hoy el Senado dio media sanción a la Ley de Administración Financiera y al Presupuesto 2014.
Con estas dos leyes se cierra el eterno enfrentamiento entre PJ y UCR que llevó a las dos fuerzas hasta la Justicia provincial por el destino de las cuentas públicas y el uso del crédito. El Gobierno obtuvo parte de lo que reclamaba desde diciembre pasado, autorización para tomar créditos por 800 millones de pesos, y el radicalismo consiguió congelar los ingresos y las vacantes de empleados de la Administración Pública.
En realidad, el acuerdo político ya estaba cerrado a las 15.30, pero quedaba la redacción de cada artículo y eso fue demorando el colofón de la jornada: la votación. Así que la pauta de gastos fue aprobada por 35 votos contra 2 , uno del Frente de Izquierda y otro del Pro.
De las negociaciones participaron legisladores de la Cámara baja, por lo que la sesión de hoy de Diputados debería ser un trámite y ambos proyectos se transformarán en ley.
Los negociadores que cerraron los largos meses de discusión fueron el ministro de Hacienda, Marcelo Costa; el subsecretario de Hacienda, Juan Antonio Gantus; los senadores Fernando Simón y Javier Cófano y el diputado Jorge Tanús por el oficialismo; del radicalismo estuvieron el senador Sergio Moralejo y los diputados Martín Kerchner y Roberto Infante.
Ese grupo le puso el detalle fino al acuerdo político a grandes rasgos que firmaron el viernes 11 el ministro de Gobierno, Rodolfo Lafalla; el vicegobernador, Carlos Ciurca, y Tanús por el oficialismo, más el presidente de la UCR, Sergio Pinto, y los presidentes de los dos bloques legislativos, el diputado Néstor Parés y el senador Gerardo del Río.
La jornada febril y tediosa fue protagonizada por las dos fuerzas políticas más fuertes de la provincia. Es que fue el enfrentamiento que nació en diciembre del año pasado lo que terminó derivando los acontecimientos al escenario de ayer y que hoy culminará en Diputados. El acuerdo se cerró sin déficit operativo (es decir que hacer funcionar a la Administración Pública no dará pérdida).
Un dato curioso y no menor por las implicancias es que para calcular los ingresos no se tomó ningún índice inflacionario, sino que se proyectaron en función de lo que se viene recaudando durante el año. De esta manera, oficialismo y oposición se olvidaron de la disputa en torno al polémico índice y, de paso, se evita dar motivos para futuros ajustes salariales de los gremios estatales.
Lo que se hizo es estimar que hasta fin de año se repetiría el nivel de ingreso de junio, que fue el mes en que menos dinero recaudó el Estado. Así se estimó que los ingresos, y por ende el gasto, rondarían los 37.300 millones de pesos.
La autorización a tomar crédito que había pedido el Gobierno originalmente ascendía a 1.700 millones de pesos; la tregua se logró con 800 millones. Además el Gobierno podría negociar el empréstito en dólares, en caso de que fuera conveniente; aunque hay dudas acerca de esa conveniencia, sobre todo después del fallo del juez Thomas Griesa que pone a la Argentina al borde del default técnico.
El otro tema en el que había debate era el reclamo de incrementar la capacidad financiera del Fondo de Transformación y Crecimiento por vía de un crédito por 400 millones de pesos. El radicalismo puso sobre la mesa que en el artículo 86 del Presupuesto 2013 había una autorización para que el Fondo tomase créditos por 200 millones de pesos que nunca fueron tomados. Con ese argumento, el oficialismo cedió en ese pedido.
Hubo otra autorización para tomar deuda por 8 millones de dólares para la compra de un helicóptero biturbo, que cumplirá funciones en seguridad y sanitarias.