A Gerardo Martino, el debut auspicioso en Dusseldorf, con el 4-2 de Argentina a Alemania, le amplió la base de confianza que traía desde su designación al frente del seleccionado nacional. En no más de siete a diez días, el entrenador deberá entregar la nómina de convocados para la segunda presentación albiceleste bajo su comando: ni más ni menos que frente a Brasil, en Pekín, el próximo 11 de octubre; dos días después, por cercanía geográfica y una recompensa económica atrayente, se cerrará la visita ante un combinado de Hong Kong. La poca diferencia entre uno y otro compromiso implica que habrá futbolistas que podrán jugar alternativamente uno u otro partido, aunque – desde ya – no hay equivalencia alguna entre la importancia de enfrentar al pentacampeón del mundo y a una formación sin un nivel acorde para el alto plano internacional.
Los puntos de acercamiento para que Carlos Tevez retorne a la Selección han sido frecuentes, al menos en el lenguaje de los símbolos. En una conferencia de prensa realizada en Ezeiza, antes de la partida hacia suelo alemán, el "Tata" volvió a abrirle la puerta al atacante, como también a otros seleccionables. "Ilusiónense", dijo. Una sola palabra, de múltiple significado. Es más, los recientes acercamientos con Lionel Messi y Gonzalo Higuain en la Fórmula 1, en ocasión del pasado Gran Premio de Italia, en Monza, alcanzaron una relevancia mediática tal que terminaron obrando como otra señal favorable para el reingreso al máximo representante del fútbol argentino. Si algo faltaba para completar el panorama positivo, la performance en la Juventus frente a Udinese – un gol y una asistencia – colaboró para que el retorno sea más propio del presente que de una posibilidad más lejana en el tiempo.
Más allá del "Apache", dentro de los "seleccionables" a los cuales aludía Martino, en la primera línea de recambio asoman Milton Casco (Newell's), Gerónimo Rulli (ex Estudiantes y hoy en Real Sociedad, de España) y Matías Kranevitter. De ellos, sin dudas, el volante todo terreno de River es quien más se está ganando el espacio por derecho propio y apunta a convertirse en un jugador referencial al estilo de lo que siempre sucedió con Javier Mascherano. Por proyección, incluso, el "Colo" llegará con 25 años al Mundial de Rusia 2018 contra los 34 años que tendrá "Masche" en ese momento.
Dejar de comparar a Kranevitter con Mascherano sería ilógico, dado los puntos de contacto entre uno y otro, empezando por el mismo origen de procedencia. El tucumano, además, nunca deja de sostener que su espejo e ídolo es el gran referente del seleccionado argentino; razones, no le faltan. Si se mantiene el mismo criterio lógico, el eje del mediocampo albiceleste ya parece tener a su heredero en el mediano plazo.
Mascherano, como se recuerda, llegó a jugar en la Selección antes que en la primera de River. Tenía 19 años y una visión de juego superior a la media, lo cual condujo a la decisión de Marcelo Bielsa para convocarlo al amistoso contra Uruguay en la inauguración del estadio "Ciudad de La Plata". Dos semanas después de ese partido, debutó en su club frente a Nueva Chicago, siempre en 2003. Poco tiempo antes, aún en divisiones juveniles, había desechado una propuesta para sumarse al Ajax holandés.
En el caso de Kranevitter, el entrenador que le confió su primera participación en la división superior de River fue Gustavo Zapata, quien interinamente estaba cubriendo el puesto dejado vacante por Matías Almeyda. El debut fue en el Monumental, contra Lanús, en el Inicial 2012, que finalizó 1-0 para el local. Casi inmediatamente, Ramón Díaz asumió al frente del plantel "millonario" y prefirió la experiencia y aptitud de su jugador fetiche, Cristian Ledesma, antes que confiar en el principal proyecto emergente que llegaba desde las inferiores.
En ese último cuatrimestre de 2012, el mediocampista central fue convocado por Marcelo Trobbiani para el seleccionado argentino Sub20, que se quedó con el triunfo en el torneo de L'Alcudia. En enero 2013, sufrió en carne propia el fracaso del equipo nacional en el Sudamericano de la categoría, que se disputó en Mendoza y San Juan. Con el desarrollo de los dos campeonatos disputados por River del año pasado, sus oportunidades en cancha fueron mínimas y generalmente sumaba minutos en reemplazo del "Lobo" Ledesma o de Ariel Rojas.
Kranevitter se consolidó definitivamente desde la asunción de Marcelo Gallardo al frente del plantel profesional. Su crecimiento parece ser ilimitado dado que sus cualidades para el puesto hoy día son complejas de encontrar en otro futbolista. Como ejemplo, cumple la función de Gago y Mascherano en la Selección, tanto en el corte como en el primer pase. Lo hace con naturalidad, como si estuviera tan convencido de sus condiciones que ni se permite la duda de caer en un error. Elige cuándo y cómo jugar a uno o dos toques, en qué momento retroceder y es tan amplia su visión del campo de juego en toda su amplitud que tiene claro por dónde hacer circular el balón.
Este River que lidera el campeonato de Primera encontró un tiempista, cerebral y con un sentido notable de la ubicación. El manejo de los tiempos asoma como un documento de identidad en este volante de 21 años. Le suma, además, un alto poder de sincronización para cruzar en los laterales de la cancha. Si a esto se le agrega un porcentaje mínimo de faltas – más allá de las que pudiera llegar a acumular en el tiempo – no es ocioso remarcar que se está frente a un futbolista en constante evolución.
La tarea de Martino tiene cuatro años para desarrollarse, con vistas al próximo Mundial. Sin embargo, la primera prueba de gran importancia será el año que viene, con la disputa de la Copa América, en Chile. La idea en AFA es la de llevar a un equipo en todo su potencial, con la aspiración de conseguir el título que se niega desde 1993 (Copa América, en Ecuador). Será la hora de los Messi, Mascherano, Di María, Agüero y compañía, además de la probable inclusión de Tevez (no viste la albiceleste desde la Copa América 2011, en nuestro país). También, puede constituirse en una oportunidad magnífica para observar a valores en auge con la mira puesta en Rusia 2018. Kranevitter, en esta transición, se ubica hoy en lo alto del podio en cuanto a posibilidades de recambio. Que lo aproveche él y también la Selección, porque ese momento parece estar llegando.
Por Fabián Galdi fgaldi@losandes.com.ar