Selección: de la certeza de Sabella al enigma de Martino o Simeone

Sólo llegar a semis, como mínimo, puede garantizar que "Pachorra" siga en su cargo tras Brasil 2014. Pekerman y Maradona quedaron desvinculados tras caerse en cuartos. El "Tata" y el "Cholo" lideran claramente la línea de sucesión.

Selección: de la certeza de Sabella al enigma de Martino o Simeone

El 13 de julio se disputará la final del Mundial en el Maracaná de Río de Janeiro. La Selección no disputa una definición de la Copa del Mundo desde 1990, cuando cayera 1-0 contra Alemania, en el Olímpico de Roma. Las posteriores participaciones de la albiceleste dejaron sabor a poco: cuartos de final en Francia 1998, Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, sumado a octavos de final en Estados Unidos 1994 y eliminación en la primera fase de Japón-Corea 2002.

En las últimas cinco citas, jugaron finales Brasil (1994 y 2002, en ambas campeón; y 1998), Francia (1998 - campeón- y 2006,), Italia (1994 y campeón en 2006), Alemania (2002), España (2010, campeón) y Holanda (2010).

Desde 1994 en adelante, la política de la AFA a la hora de designar técnicos siguió rigiéndose a través del pulgar de Grondona. Cuando el presidente afista lo levantó, desfilaron siete directores técnicos: Alfio Basile, Daniel Passarella, Marcelo Bielsa, José Pekerman, Basile de vuelta,  Maradona y Sergio Batista, hasta el actual Alejandro Sabella.

El también vice de la FIFA no estaba acostumbrado a tantas modificaciones en las décadas del ‘70 y ‘80, cuando desde que asumió la conducción  del fútbol argentino sólo estuvieron al frente dos: César Menotti y Carlos Bilardo, sendos DT de equipos que campeones del mundo.

Tamaña rotación de DT tiene una explicación: los resultados fueron magros en las máximas competencias de selecciones a nivel mundial, inclusive teniendo en cuenta el segundo torneo en importancia como lo es la Copa América, la cual no se gana desde 1993. Es más, Argentina se coronó campeón olímpico en Atenas 2004 (Bielsa) y Pekín 2008 (Batista), pero las respectivas medallas doradas quedaron en un tercer nivel de consideración por parte de la AFA.

La designación de Sabella fue una de las apuestas más arriesgadas de la AFA en los últimos tiempos. El técnico recién había debutado como líder de conducción grupal en 2009, al frente de Estudiantes, y lo hizo con marcado éxito.

Ese mismo año, el club platense se consagró ganador de la Copa Libertadores y estuvo a pocos minutos de vencer al Barcelona en la final del Mundial de Clubes. Además, “Pachorra” cerró su ciclo triunfal en el “Pincha” con la obtención del Apertura 2010. Cuando su carrera iba a continuar en el fútbol árabe, llegó el llamado desde la calle Viamonte y la decisión se tomó casi inmediatamente.

Dispuesto a todo para dar ese salto de calidad, Sabella hizo uso de la cláusula de rescisión de contrato que había firmado con Al Jazeera, de alrededor de dos millones de dólares. Inclusive, el director técnico fue intimado por la entidad arábiga a devolver el anticipo de 700.000 dólares que se le había girado, y así finalmente sucedió.

Aún con las valijas hechas, el pasaporte tuvo un sello diferente y el entrenador partió presuroso hacia España para presenciar el duelo por la Supercopa entre Barcelona y Real Madrid. Así, en el último cuatrimestre de 2011, se erigió en el sucesor de "Checho" Batista, a quien se le había bajado el pulgar después de la floja participación argentina en la Copa América de ese mismo año, que se disputó en nuestro país.

Sabella supo sentar las bases de la convivencia dentro del grupo y de éste con el cuerpo técnico y viceversa. Con la paciencia de un orfebre sus continuos viajes a España e Italia tuvieron que ver con la posibilidad de concretar contactos directos con la base del plantel. Un surgente líder como Lionel Messi, sin la característica del metro patrón caudillista, en compañía de su compañero y amigo del Barça, Javier Mascherano, más la influencia de Pablo Zabaleta y Sergio Agüero (ambos en Manchester City) y Ezequiel Lavezzi (Paris Saint Germain) completaron el cuadro de cabeza grupal.

Entre las partes, se fue gestando una empatía que hoy está más consolidada que nunca. El caso de Tevez es el paradigmático: no encaja en la estructura de conducción interna y el propio DT lo captó de inmediato; es más, ya ha fijado suficientemente en público cuál ha sido su determinación al respecto.

Si algo tiene en claro el cuerpo técnico actual es que la performance en el Mundial de Brasil estará ligada a su propia continuidad en el cargo. Llegar hasta cuartos de final no alcanza, y las pruebas están a la vista: Pekerman y Maradona dejaron su respectivo cargo tras perder ante el mismo rival - Alemania - en aquella instancia de 2006 y de 2010. Mínimamente, el seleccionado nacional debe clasificarse a semifinales y así lograría disputar siete partidos (final por el primer puesto o por el tercero). En caso contrario, la desvinculación será cosa juzgada si es que se mantiene la línea aplicada taxativamente por Grondona.

Ya no es sorpresa comprobar que todas las mediciones en línea sucesoria apuntan a Gerardo Martino o Diego Simeone en el caso de que Sabella no continúe. De hecho, nadie podría sorprenderse ni acusar de golpista, de agitador o de instigador a quien pronuncie los apellidos de los dos técnicos argentinos más destacados en el alto nivel mundial. Queda absolutamente claro que el cuerpo técnico vigente está seguro para dirigir en Brasil, pero también es cierto que ya el tema empieza a instalarse hasta en sectores influyentes de la prensa española. Es más, ha sido recurrente durante las dos últimas semanas.

Martino firmó su contrato con Barcelona a mediados de 2013, por dos temporadas. En el caso de Simeone, el vínculo con Atlético de Madrid es mayor: cuatro años hasta 2017. En los dos casos, sin embargo, los emparenta una cláusula similar: la posibilidad de rescindir en el caso de que aparezca una oferta para dirigir al seleccionado argentino. En sendas situaciones, ambos DT deberían indemnizar al club que los contrató de acuerdo con la penalización vigente.

A principios de marzo, el presidente blaugrana, Josep María Bartomeu, se anticipó a la propia prensa catalana para anunciar que estaba en vista una posible ampliación de contrato para el "Tata", hasta mediados de 2016. El DT, de muy buena relación personal con Sabella, se limitó a referirse exclusivamente sobre el presente de "Barça" y evitó toda mención a la Selección.

Con respecto al "Cholo", el exitoso director técnico del "Colchonero" es una pieza codiciada desde hace tiempo por el Inter de Milan, donde supo descollar en su etapa como futbolista. Además, la prensa inglesa lo ubica como un posible sustituto de David Moyes, el actual entrenador de Manchester United, quien está muy lejos de hacer olvidar a Alex Ferguson.

Casi como un juego de azar, el destino quiso que Martino y Simeone deban enfrentarse en uno de los cuartos de final de la Champions, tras el sorteo de la semana anterior. Quien de los dos logre clasificar a su equipo para las semifinales del principal torneo de clubes europeos, contará con un antecedente de peso a la hora de ubicarse en la escala sucesoria rumbo al sueño de dirigir al seleccionado argentino en alguna oportunidad.

El primero, de todos modos, corre con una ventaja sobre el segundo: haber dirigido una selección. Mal no le fue en el Mundial de Sudáfrica al "Tata", ya que logró ubicar a Paraguay entre los ocho mejores del mundo y perdió la chance de ser semifinalista tras una ajustada derrota (1-0) en cuartos de final ante España, a la postre el campeón.

El ascenso vertiginoso de Atlético de Madrid en las competencias internacionales de relieve durante la era Simeone dio otro salto ascendente tras la reciente eliminación al Milan en octavos de final de la Champions.

Más allá de que el "Cholo" no haya dirigido selecciones, corre a su favor el hecho de haber sido un referente de la Selección durante su ciclo como jugador, situación en la que le saca diferencias claras a Martino. Igual, su recorrido en el club madrileño parece estar en una fase de consolidación y no de declinación. Es casi diez años menor que el "Tata" además, por lo cual no tiene apuro y tampoco se arriesga a tomar decisiones apresuradas.

Sabella, en tanto, tiene sus cinco sentidos puestos en la lista de convocados que dará a conocer el próximo 2 de junio, apenas trece días antes del debut argentino en el Mundial (vs. Bosnia, en Río de Janeiro). No se hizo eco de las continuas preguntas de semanas anteriores respecto de la eventual convocatoria en Tevez y tampoco le preocupan las recientes publicaciones de la prensa española. Hace foco en Messi, Agüero, Higuaín y compañía, más que en presunciones y rumores. Y sabe, también, cómo son las reglas del juego en el fútbol argentino.

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