España, Argentina, Portugal y Alemania están fuera. En su lugar, Croacia, Rusia y Suecia sueñan con dar el gran salto. Las debilidades de los favoritos y las fortalezas de los "perdedores" en el Mundial de fútbol de Rusia tienen sus razones.
Equipos satisfechos
Lo que el Real Madrid se encarga de desmentir en el terreno de clubes desde hace años, en la escena de selecciones internacionales parece obvio: a los grandes campeones les falta hambre de gloria.
Con Portugal, Alemania, España y Chile, los campeones de los últimos años están eliminados o ni siquiera dieron el presentes en Rusia.
Y ninguno de ellos parece estar fuera inmerecidamente.
Las turbulencias
España despidió a su entrenador un día antes del comienzo del Mundial. Alemania se vio sacudida por el escándalo de la foto de sus jugadores Mesut Özil y Ilkay Gündogan con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Y en Argentina corrieron los rumores de que Lionel Messi y Javier Mascherano, y no su técnico, Jorge Sampaoli, decidían las formaciones titulares.
El crecimiento del colectivo
El fracaso en el pasado sirve para unificar el grupo. Esto lo demuestran equipos como Bélgica o Croacia, que con el mismo núcleo de jugadores están por fin llegando lejos.
Pese a sufrir en Octavos de final, demostraron fortaleza mental y espíritu de equipo. En Luka Modric y Eden Hazard, además, tienen dos líderes asentados en el control del juego.
También Rusia o Suecia son ejemplos de grupos que crecieron en el momento justo alrededor del colectivo sin la necesidad de grandes estrellas.
El recurso de los penales
Cuando todo está en contra, los penales pueden ser un recurso. En las Eliminatorias, justamente, el equipo inferior se aprovecha de esto para intentar llevar el partido hasta la definición letal.
El reto de mantener a selecciones más fuertes empatadas durante 120 minutos impulsó por ejemplo a Rusia, que derrotó a la poderosa España sin apenas tener el balón.
Ofensiva eficiente
El que quiera sorprender como tapado en un Mundial debe ser eficiente. Otra vez los rusos son el ejemplo, pues ante España tuvieron una oportunidad y la convirtieron.
En el otro extremo están los croatas, que golearon a la Argentina cuando tuvieron la oportunidad.
Factor sorpresa
El fútbol de posesión de máquinas de tirar pases como España y Alemania parece haber pasado de moda. Los equipos de Hierro y Löw dominaron los partidos, pero se fueron pronto a casa.
Los favoritos dieron la impresión de ser poco flexibles, al contrario que los “humildes”, que cambiaron sus sistemas, introdujeron jugadores "comodines" y sorprendieron.
Posesión no es sinónimo de triunfo
Las cifras que confirman que la posesión y el mayor número de pases sin velocidad, sin profundidad y sin llegada son casi sinónimos de derrota ante rivales que apuestan más por el trabajo defensivo, el vértigo y la pegada.
No le valío a Españana, tampoco les a Argentina (59 por ciento de posesión) ante Francia, a Portugal (61%) contra Uruguay, a México (54%) contra Brasil ni a Suiza ante Suecia (64%).