Una de las tormentas más grandes del último siglo dejó a la Ciudad de Buenos Aires y a algunos partidos del conurbano en estado de desastre. Según fuentes oficiales, se acumularon 155 milímetros cúbicos en siete horas, lo que superó la marca histórica de 142 milímetros para el mes de abril. El temporal provocó ocho muertos, causó inundaciones, destrozos en viviendas y automóviles y también bloqueos en el transporte (las seis líneas de subterráneo pararon porque murió uno de los trabajadores electrocutado).
Esta situación de emergencia volvió a enfrentar al gobierno de Mauricio Macri con la Casa Rosada. Ambas jurisdicciones discutieron por los medios por las causas de la situación de tragedia y por la cantidad de personas muertas. El Gobierno de la Ciudad identificó 6 personas fallecidas, pero el secretario de Seguridad nacional, Sergio Berni, informó que eran 8.
El temporal arrancó a la medianoche del lunes y se extendió hasta las 7 de la mañana sin cesar. Luego, la Ciudad tuvo lluvias intermitentes que empeoraron la situación (al cierre de esta edición continuaban las tormentas). En total, el Gobierno porteño calculó que unos 350 mil vecinos fueron afectados por el diluvio, gran parte de ellos se encontraban anoche sin luz y con sus casas, autos y efectos personales aún cubiertos por el agua. Los barrios más afectados fueron los que están hacia el Norte: Villa Ortúzar, Palermo, Colegiales, Belgrano, Núñez, Flores, Villa del Parque y Villa Urquiza. Sólo unas 300 personas del barrio Mitre (Saavedra) fueron reubicadas en una escuela, el resto debió volver a sus hogares a pernoctar.
El accidente climático encontró a Macri en Brasil, donde estaba descansado con su familia. Recién cerca de las 17 regresó al país y a las 18.30 enfrentó a los medios. Como horas antes lo hizo la vicejefa de gobierno, María Eugenia Vidal, Macri dijo todo se debió a una “tragedia climática” provocada por el cambio climático mundial. Luego, apuntó contra el kirchnerismo.
“No me parece nada bien que una vez más desde el Gobierno nacional se pongan a hacer politiquería con esto, porque son los responsables de que las obras no se hagan”, dijo el jefe de Gobierno. Con estas palabras salió a responderle al ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, quien por la mañana acusó a la Ciudad de sub-ejecutar el presupuesto de obras pluviales.
“Otra vez la imprevisión del Gobierno de la Ciudad nos lleva a lamentar víctimas y deja 450 mil vecinos sin luz”, disparó De Vido. “Existe un pésimo manejo de los sistemas pluviales de la Ciudad, tanto por falta de mantenimiento como por la sub-ejecución de las partidas presupuestarias. No puede ser que con todos los riesgos a la vista nadie haya verificado el estado de los sumideros, eso es falta de gestión o de que alguien que se ocupe”, dijo De Vido.
Por su parte, Macri buscó culpar al Gobierno nacional de haber frenado durante cuatro años un crédito para hacer una obra de entubamiento del arroyo Medrano, que ayer colapsó y fue lo que ocasionó las mayores inundaciones de la zona norte porteña. “Sólo le pedimos que nos dejen trabajar. Durante cuatro años objetaron que la Ciudad tomara ese crédito. Si ahora no quieren hacer la obra, la hacemos nosotros pero no frenen todo ante los organismos de crédito”, se quejó.
Luego admitió que la otra gran obra pendiente, el entubamiento del arroyo Vega, sí fue aprobado por la Nación y las obras están por arrancar. “Nosotros demostramos que sí se puede hacer obras porque entubamos el Maldonado y hoy la zona de Pacífico (Palermo) no se inunda más”, dijo Macri. El entubamiento del arroyo Vega está presupuestado en 130 millones de dólares y un importe similar costaría la obra del Medrano.
Las palabras de Macri fueron refutadas por el kirchnerismo. Berni dijo por televisión que “la lluvia no sólo cayó en Capital, no es que sólo se ensaña con él, pero en la Provincia se hacen las obras”. En la zona noroeste del conurbano llovió 122 mm cúbicos. Pero en La Plata se produjo el récord nacional: 304 mm acumulados.