La piel grasa en el rostro suele implicar la aparición de acné, manchas, brillos y un aspecto poco agradable; ésta se produce por una superproducción de sebo en la piel por parte de las glándulas sebáceas al darse cambios hormonales, cambios de temperatura o de humedad en el ambiente o por hábitos inadecuados de higiene.
Algunos tips dermatológicos que pueden ser muy útiles a fin de equilibrar el funcionamiento de las glándulas sebáceas y mejorar el aspecto de la piel son los siguientes:
- Lavar el rostro siempre con agua tibia o fría.
- Utilizar cremas hidratantes suaves y libres de aceites.
- Utilizar cosméticos no comedogénicos.
- Mantenerse hidratado/a.
- Consumir alimentos con antioxidantes.
- Retirar siempre el maquillaje del rostro.
Estos simples consejos acompañados por una buena alimentación y, aunque parezca no tener sentido, realizar ejercicio periódicamente pueden ser grandes aliados; transpirar ayuda a limpiar las impurezas acumuladas en el organismo.