El Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central comunicó esta mañana un sorpresivo cambio a su meta de base monetaria para los meses de julio y agosto. En lugar de buscar cumplir con la meta de promedio de base monetaria en forma mensual, como lo hace desde que en octubre pasó a controlar la cantidad de dinero en circulación, en esta ocasión apuntará a un promedio bimensual.
Además, aumentó el límite a los encajes remunerados y extendió por 15 días la vigencia del actual piso para la tasa de política monetaria, fijado en el 58%. La decisión del Banco Central (BCRA) tiene varias aristas.
Aquí, enumeramos algunas claves para entender por qué el Copom decidió este cambio sobre la marcha y algunas de sus implicancias.
¿Que decidió el Copom? Las decisiones son tres.
Primero, que el promedio de base monetaria que suele computarse en forma mensual se calculará en forma bimensual en julio y agosto.
Segundo, para evitar que esa permisividad mayor para la cantidad de dinero en circulación haga derrumbar a la tasa de referencia de la política monetaria, extiende hasta el 15 de agosto el plazo en el que mantendrá un piso para la tasa de Leliq. Originalmente el Copom había establecido que no permitiría que la tasa perforada el 58% anual este mes, independientemente de la cantidad de dinero en circulación. Ahora, ese piso se extiende medio mes.
Tercero, el Copom elevó en 3 puntos porcentuales la porción de los encajes de plazos fijos que los bancos podrán colocar en Leliq. De esta manera, se reduce la porción de los depósitos que las entidades financieras deben inmovilizar a tasa cero en el BCRA. Más adelante iremos punto por punto.
Pero antes, con el por qué de las decisiones. ¿Por qué el BCRA tuvo que modificar su esquema monetario?
Desde octubre el BCRA persigue como objetivo un tope máximo a la cantidad de dinero en circulación. Para este mes, ese techo estaba fijado en $ 1,343 billón de base monetaria, medida en un promedio mensual de saldos diarios.
A mediados de mes, el promedio de saldos diarios estaba $ 9900 millones por encima de la meta y además, la semana pasada, las licitaciones diarias de Leliq no habían ayudado a reducir el dinero en circulación, sino que habían expandido el saldo diario de base monetaria en $ 100.000 millones en sólo cinco días.
El BCRA venía pasado de la meta e iba a necesitar sacar pesos de circulación en cantidades importantes en lo que quedaba del mes para llegar al cierre del periodo con un promedio de base monetaria igual o menor a la meta.
¿Por qué la cantidad de dinero en circulación era mayor a la habitual? Hay varios factores. El principal es estacional. En esta parte del año el pago de aguinaldos y otras variables aumentan la demanda de dinero, lo que hace que la base monetaria se expanda para luego contraerse cuando ese dinero vuelve a los bancos.
Segundo, argumenta el Copom, el BCRA había previsto ese aumento de la demanda de dinero y ya había establecido que los encajes se computaran este mes en forma bimensual, como ahora se calcula la meta.
Lo que encontró el BCRA es que los bancos aprovecharon esto para sobrecumplir sus encajes regulatorios en julio, de manera tal de quedar holgados en agosto. Esto hubiera supuesto un aumento de la liquidez en agosto que podría haber relajado en exceso las condiciones monetarias justo en el mes en el que arranca el proceso de elecciones.
Tercero, en menor medida, este mes hubo una expansión monetaria del orden de los $ 42.000 millones por compras de divisas que hizo el BCRA al Tesoro. La operación tuvo que ver con necesidades de pesos del Ministerio de Hacienda que se encontró con que parte de sus emisiones de deuda en pesos fueron suscriptas en dólares por fondos que querían aprovechar la tasa en momentos de estabilidad cambiaria.
¿Qué efectos tendrá la decisión en la política monetaria?
Simplificando mucho, la decisión de computar la meta en forma bimensual -la primera de las tres enumeradas más arriba- permite que este mes el BCRA deje que la base monetaria se expanda más de lo estipulado previamente. En julio, implica una relajación, mientras que en agosto esa relajación se compensaría.
Para cumplir la meta de este mes tal como estaba prevista antes de la decisión del Copom de hoy el BCRA debería haber sacado de circulación alrededor de $ 25.000 millones por día en sus licitaciones diarias de Leliq, el instrumento principal con el que regula la masa monetaria.
Prender la aspiradora de pesos de esa manera hubiera supuesto un repunte de la tasa que paga por esas Leliq, porque para captar más pesos hubiera tenido que premiarlos con un mayor rendimiento.
No es posible un cálculo de cuánto tendría que haber subido la tasa, pero el repunte hubiera sido más que sustancial. En resúmen, el BCRA esquiva una suba fuerte de tasas hoy que en agosto hubiera supuesto una baja igual de abrupta, justo en la recta final para las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) alrededor de las cuales muchos fondos definen sus preferencias por pesos o dólares.
Suba de encajes no remunerados apuntala la tasa de plazos fijos Los encajes son una porción de los depósitos que los bancos tienen que depositar, inmovilizados, en el BCRA.
Una parte de ese encaje se coloca a tasa cero, encajes no remunerados, mientras que el Central ha permitido que porciones cada vez mayores de ese dinero inmovilizado se pueda integrar con colocaciones en Leliq y Bote 20, que les reportan una tasa. Es decir, parte de los encajes sí son remunerados. Antes de esta modificación, el 14% de cada depósito a plazo fijo a 30 días era dinero que los bancos tenían que colocar en el BCRA a rendimiento cero.
Con la suba de 3 puntos porcentuales a la porción que se puede integrar con Leliq, los encajes no remunerados para ese tipo de depósitos cae al 11%. Al poder obtener un rendimiento mayor por esa porción de los depósitos, los bancos tienen la posibilidad de ofrecer más tasa a los ahorristas por esos mismos depósitos. Un cálculo que circulaba por pasillos oficiales hoy estimaba que, si la tasa de Leliq no baja, los plazos fijos podrían pagar hasta dos puntos porcentuales más a nivel nominal.
Es decir, subir dos puntos la tasa de plazo fijo en los próximos días. Como explicó el Copom en su comunicado, la idea de esta medida es que se achique la diferencia que existe entre la tasa de política monetaria, hoy algo debajo del 59%, y la que perciben los ahorristas, que promediaba 45,3% el 18 de julio pasado. En resumen, el cambio en encajes debería ser alcista para las tasas de plazo fijo a 30 días.
¿Qué va a pasar con la tasa de referencia?
Como ya dijimos más arriba, al aliviar el cómputo de la meta para este mes el BCRA evita tener que disparar la tasa de referencia. Pero, al mismo tiempo, cuando la demanda de dinero se normalice en agosto además esa misma tasa podría hacer el recorrido inverso, a la baja. Y justo antes de Elecciones PASO, que caen el 11 de agosto.
Por eso, la tercera decisión del Copom fue extender el plazo que había establecido para el piso que le fija a la tasa de política monetaria. A principios de este mes había fijado un piso de 58% que duraría hasta el cierre de julio. Ahora, decidió extender ese piso hasta el 15 de agosto, día en que se conoce el dato de inflación de este mes.
Con esa información en las manos y, más aún, con la reacción del mercado a cualquiera sea el resultado de las PASO ya evidenciada en las plazas monetaria y cambiaria, el Copom decidirá cómo adecúa el piso a la tasa.
En resumen, así como evita que en julio la tasa se dispare al facilitar la meta de base monetaria de este mes, con el piso a la tasa se ahorra que pase lo contrario en agosto, que la tasa se desplome.