El Gobierno dio esta semana un paso más en su propósito de lograr una ley para un nuevo seguro agrícola antigranizo. El proyecto que propone, a través de una cobertura privada, incrementar hasta $ 12 mil el pago a productores con más del 50% de daño, gira entre comisiones de la Legislatura desde octubre pasado.
Esta semana, en un encuentro con la Comisión de Economía del Senado, pese a ciertos cuestionamientos de representantes del FPV, se dio el aval preliminar a su tratamiento.
Con la premisa de que pueda implementarse desde el ciclo agrícola 2016-17, el subsecretario de Agricultura, Alfredo Aciar, defendió el proyecto ante los legisladores, que ha su vez requirieron más información para avanzar.
“El Fondo Solidario Agrícola es deficitario todos los años y los números lo demuestran. Con el seguro la idea no es ahorrar, sino que el dinero que aporte el Estado sea más eficiente y se canalice en forma más protocolizada respecto a lo que se invierte actualmente”, puntualizó Aciar.
Para este año, el Fondo cuenta con $ 20 millones financiados por los beneficiarios, y otros $ 27 millones de la provincia. El detalle es que, una vez hechas las tasaciones de daños, el número queda corto: se necesita cubrir hasta $ 120 millones.
Pero no se trata de ahorro. una estimación previa indica que el seguro privado insumirá unos $ 150 millones (sin IVA, que podría recortarse al 10,5% o gozar de exención), con un aporte de $ 100 millones de la provincia y el resto la Nación. Según los cálculos del funcionario, “si bien el costo total dependerá de la licitación, el objetivo es que los asegurados solventen alrededor de 35% durante el primer año y el Estado el 65% faltante”.
Condiciones
Pagar lo mismo para incrementar la compensación, en una provincia donde el daño acumulado en las últimas 12 temporadas es de casi 10.000 hectáreas.
Así podría resumirse en parte el concepto y hasta el “gancho” que el Ejecutivo quiere darle al seguro, dado que a igual monto ($ 500 por hectárea es el pago actual, que no variaría con el seguro), un productor pasaría de cobrar $ 8.500 que asigna el FS, a unos $ 12.500 con la futura póliza.
La referencia al déficit que arrastra el Fondo tiene asidero en los números: con una adhesión voluntaria del 20%, el año pasado recaudó $ 6,3 millones de los productores, a los que se sumaron otros $ 23 millones de la Provincia. Pero el desfasaje quedó expuesto con la tasación de las pérdidas por granizo y heladas, puesto que hubo que completar otros $ 46 millones, y para este ciclo casi el doble.
De cara al seguro, obligatorio o no y con una base del 50% de daños, uno de los interrogantes pasan por el conformismo post-tasación de daños.
A criterio de Aciar “La obligatoriedad del seguro para los productores de hasta 50 hectáreas nos permite cubrir casi la totalidad de los sujetos y cerca del 50% de la superficie con cultivos asegurables. Si hay dudas el productor podría no firmar el acta de tasación y recurrir a la Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas, que actualmente se encarga de los relevamientos”.
Apoyo con reparos
Desde el sector productivo, potencial beneficiario, predomina la moderación a la espera de lo que se apruebe en la ley.
“En el Fondo Solidario nunca pude entrar por la cantidad de hectáreas que tengo. Por eso me financió con créditos del Fondo de Transformación para colocar tela, que para mí es un autoseguro, aunque hay que priorizar la producción a proteger por su rentabilidad”, analiza el productor vitícola y frutícola valleuquino Juan Bru.
Aunque califica a la malla como “la mejor solución, sobre todo en viña cuyo costo es la mitad de la de un frutal”, Bru espera la ley del seguro “para evaluar la opción de una póliza por encima de lo que se ofrece como franquicia básica”.
Daniel Rodríguez, de la AVM, recalcó que “sería bueno que la mayoría de los productores adhiriera para que se recaude lo necesario, además del aporte público. Es como todo seguro: no nos acordamos de él y lo consideramos un gasto hasta que lo necesitamos”.
Rodríguez planteó la necesidad de “poner en un plano de igualdad a los daños provocados por heladas”. Y también sus dudas respecto a lo que puede pasar con una cobertura parcial de daño bajo tela. “Debe distinguirse la ponderación a cada cultivo”, remarcó el productor y dirigente.
Más allá de ponderar la situación del mercado y la política comercial, y de la obligatoriedad de suscribir, desde la Comisión de Economía, con hegemonía opositora, parecen darle un “ok” preliminar al proyecto no exento de observaciones. Una iniciativa que el Ejecutivo envió a la casa de las leyes en octubre de 2016, y luego de pasar por un par de comisiones, aún espera turno para ser tratado.
La senadora Patricia Fadel fue crítica al señalar el caso de la fruta de pepita por su pérdida de rentabilidad y, por tanto, imposibilidad de afrontar la eventual cobertura.
“Más allá de la necesidad de contar con un seguro agrícola, a la larga los altos costos llevarán a los productores a dejar de ser frutícolas. Sólo se salva el durazno. El proyecto es bueno, pero necesitamos más información”, consignó Fadel, no sin reclamar “políticas de fondo” en tal sentido “porque si pasamos de 35 mil productores a 3 mil algo se hizo mal, tal vez hoy convenga más invertir en tela antigranizo que en un seguro”.
Claves
Mayor cobertura. A diferencia del fondo solidario, que cubre a 20% de los productores, el seguro promete alcanzar a un 93%.
Tasación. Hasta ahora se promediaban los daños en fincas con distintos cultivos. Ahora, el seguro ponderará cada cultivo y liquidará en consecuencia. Sin horticultura en principio, contempla a montes frutales y viñedos. Legisladores piden ampliarlo.
$ 1.650/hectárea suma la prima pura, promedio, sin contar el costo del reaseguro.
Hasta $ 190 millones sería el costo de cubrir a productores pyme (hasta 50 hectáreas) incluidas las heladas (más IVA).
Hasta $ 130 millones sin impuestos el costo de limitar la cobertura sólo a daños por granizo.
$ 210 millones sería el presupuesto para financiar el seguro a la totalidad de los cultivos de la provincia, por granizo (más IVA).
$ 300 millones sumaría el total, si se incluye heladas.