El tan maleable mapa dirigencial en la AFA podría volver a cambiar luego de que Luis Segura perdiera poder con la victoria de la oposición en Argentinos Juniors, poniendo fin al gobierno segurista en el club.
La victoria del opositor Cristian Malaspina dejó a las claras la urgencia que tenía Segura por votar el viernes último en una asamblea suspendida por la Justicia a partir de una medida cautelar.
Urge para la AFA definir unas cuantas cosas esta semana, que no solo es corta por la Nochebuena y Navidad el jueves y viernes, sino que hoy y el martes habrá actividad en Paraguay con la reunión de Comité Ejecutivo de CONMEBOL y el sorteo de la Libertadores.
Según deslizó una fuente de la AFA, Segura, ya sin sostén de su club, tiene dos chances de mantener la gimnasia dirigencial, o sigue los tres o seis meses y se retira o logra un lugar en la CONMEBOL, desangrada por las detenciones de sus principales directivos por casos de sobornos y corrupción investigados por la Justicia de Estados Unidos.
Por eso se espera mucha actividad para el miércoles y sumar motivos para alzar las copas al día siguiente.
Hasta las elecciones en Argentinos había acuerdo para que Segura fuera presidente de la transición con una comisión integrada por los dos sectores con claros objetivos de control.
Por ello el tinellista Rodolfo D'Onofrio y el segurista Víctor Blanco fueron propuestos como vices, Matías Lammens como tesorero y Daniel Angelici, como secretario general. Hugo Moyano, el principal fogonero de Segura, quiere que su yerno, y usual portavoz, Claudio “Chiqui” Tapia, no pierda lugar, más ahora que Segura pierde pie.
Además del esquema quedan un sinfín de temas a solucionar que cada vez urgen más pues se perdió tiempo en la disputa electoral.
Para el miércoles se espera también una reunión con el empresario Fernando Marín, propuesto por el presidente Mauricio Macri, para llevar adelante el programa Fútbol para Todos.
El objetivo de esta nueva gestión es obtener publicidad privada para atenuar el costo del programa, que se augura superior a los 1.500 millones de pesos. Pero para eso, el torneo debe tener una programación, un inicio y un final y un fixture. Qué días habrá fútbol y a qué hora.
También los clubes y la AFA deberán definir el reparto de dinero, que seguramente cambiará.
Todos los movimientos estarán a la vista de los tres veedores que delegó la jueza federal María Servini de Cubría para seguir el curso del dinero público en una causa en la que están imputados los últimos tres jefes de Gabinete del gobierno de Cristian Fernández de Kirchner.