Parece ser que 2015 es o será un año clave en materia de paz, desarrollo y sustentabilidad en todo el mundo.
El 2015 fue el año propuesto por las Naciones Unidas como la fecha límite para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ODM, iniciativa global que surge en 2000, liderada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, que tuvo como desafío, para las instituciones internacionales, multilaterales, los Estados nacionales, los gobiernos locales y la ciudadanía de todos los países del mundo, que se comprometieran a trabajar para alcanzar los ocho objetivos, denominados, los Objetivos de Desarrollo del Milenio: 1- erradicar la pobreza y el hambre; 2- garantizar la educación universal primaria; 3- promover la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres; 4- reducir la mortalidad infantil; 5- mejorar las condiciones de la salud materna; 6- combatir el sida, la malaria y otras; 7- garantizar un medio ambiente sustentable y 8- desarrollar una alianza global para el desarrollo.
En términos de algunos organismos financieros internacionales como Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo, “el camino está pavimentado” pero no se alcanzó a llegar a la meta. Las últimas grandes y alentadoras noticias desde mayo de 2015, son el posible descubrimiento de la vacuna contra el SIDA (enfermedad que mató a 33 millones de personas en todo el mundo) y los grandes avances que existen para combatir la malaria, enfermedad que mató en “2013 a 627.000 personas en todo el mundo; 82% de ellas fueron niños africanos de menos de cinco años”.
Visto lo anterior, los seis objetivos restantes quedaron a medio camino y es por ello que en este setiembre de 2015, de nuevo en el seno de las Naciones Unidas, se invita a la Comunidad Internacional, Nacional, Regional y gobiernos locales, a trabajar para terminar con lo iniciado, los 8 anteriores que no se cumplieron a cabalidad, y, además, por unos 9 nuevos, re-nombrados como los Objetivos del Desarrollo Sustentable, ODS. Año estimado: 2030.
Los nuevos ODS hacen diferencia con los del Milenio porque abarcan temas más calientes como la gestión del agua y saneamiento, el necesario uso de las energías alternativas, el crecimiento económico en clave de inclusión, empleo decente y productivo, la reducción de brechas entre el sur y el norte; las ciudades sustentables, seguras y resilientes, las acciones urgentes contra el Cambio Climático, la conservación de océanos y recursos marinos, la protección de ecosistemas terrestres, gestión sustentable de bosques, el combate contra la desertificación y degradación de la tierra y de la biodiversidad y por último, promover pacíficamente la inclusión de todas las sociedades al acceso a la Justicia, incluyente y que responda en todos los niveles institucionales.
De 8 a 17 objetivos con un único fin: fortalecer la cooperación global para el desarrollo sustentable.
Desde luego vale la pena resaltar el protagónico papel que empieza a jugar el Cambio Climático en la agenda post Milenio y post París que, sin ahondar en el asunto, son más antiguas las conferencias de las Partes (1998), que los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
En 2015 contamos 215 millones de migrantes en todo el mundo, es decir el 3,1% de la población mundial (OIM, 2014).
¿Se imaginan ustedes si no se logra materializar los nuevos Objetivos del Desarrollo Sustentable, las cifras que veremos de migrantes en 2030? No sólo huiremos de las guerras (ONU, 1945), de la pobreza (ODM, 2000-2015): también huiremos en busca de agua y por efecto del Cambio Climático (de Kioto 1998 a París 2015).
(*) Colombiana, que vive en Mendoza. Magister en Ciencia Política; especialista en cooperación internacional para el Cambio Climático.