La policía británica examinaba el martes un restaurante italiano en busca de la sustancia que envenenó al exespía ruso Sergei Skripal, que seguía grave y cuyo caso recuerda al asesinato de Andrei Litvinenko.
El exespía fue hallado el domingo prácticamente inconsciente junto a una allegada suya de unos 30 años, sentados en un banco próximo a un centro comercial de Salisbury, la ciudad del sur de Inglaterra en la que vivía.
El restaurante próximo al centro comercial que está siendo escrutado pertenece a la cadena de comida italiana Zizzis.
Una testigo, Freya Church, explicó a la BBC que los dos parecían haber tomado "algo muy fuerte".
"Ella estaba apoyada en él. Parecía que se había desmayado. Él hacía unos movimientos extraños con la mano, mirando al cielo".
Litvinenko, otro espía ruso que se convirtió en enemigo del Kremlin, murió en 2006 al cabo de una agonía atroz al ser envenenado por agentes rusos que colocaron polonio en su té en Londres, en lo que fue tildado de primer caso de terrorismo nuclear.
Su viuda Marina Litvinenko explicó a la prensa británica que tuvo una sensación familiar cuando vio las imágenes de los investigadores con sus monos amarillos y escafandras buscando la sustancia que envenenó a Skripal, de 66 años.
Skripal, un coronel ruso que pasó información a los servicios secretos británicos, fue descubierto y encarcelado en Rusia, pero finalmente entró en un canje de espías en el aeropuerto de Viena en 2010 y vivía en el Reino Unido desde entonces.
Mark Rowley, comandante de la policía antiterrorista, dijo a la radio BBC que "es claramente un caso muy inusual, y lo que es urgente es llegar cuanto antes hasta el fondo de lo que ha provocado este incidente".
El comandante pidió cautela. "Creo que todos tenemos que recordar que los exiliados rusos no son inmortales, todos se mueren y puede existir la tendencia a las teorías de la conspiración".
"Pero al mismo tiempo hemos de ser conscientes de las amenazas de Estado, como se puso de manifiesto en el caso de Litvinenko", avisó.
El Kremlin dice no saber nada
El Kremlin dijo "no disponer de ninguna información" sobre este caso, según el portavoz Dimitri Peskov.
"Ustedes saben porqué estaba en Occidente, a raíz de qué acciones y decisiones, no voy a volver sobre ello. Y ahora observamos que se ha producido una situación trágica. Pero no disponemos de información sobre las razones", explicó Peskov.
Pero el precedente Litvinenko -la investigación concluyó que el presidente Vladimir Putin estuvo posiblemente al corriente- y las sospechas que rodean a las muertes en el Reino Unido de otros enemigos del Kremlin, como la del multimillonario ruso Alexander Perepilichnyy, llevaron a establecer comparaciones.
"Todavía no se ha confirmado si fue asesinado, pero tras la patética respuesta británica al asesinato de Litvinenko con polonio en Londres, ¿por qué Putin no iba a volver a hacerlo?", se preguntó el ajedrecista ruso Garry Kasparov, fiero crítico del presidente ruso.
La respuesta de Londres se limitó a imponer sanciones a los dos sospechosos del asesinato de Litvinenko, que nunca fueron juzgados y volvieron a Rusia, y no hubo represalias a niveles más altos, pese a que la investigación señaló a Putin.
Andrei Lugovoi, uno de los dos sospechosos de aquel asesinato, que es ahora diputado ruso, acusó al Reino Unido de "sufrir fobias" en declaraciones a Interfax, y estimó que el envenenamiento de Skripal podría usarse para dañar la imagen de Rusia a escasos días de las elecciones presidenciales del domingo.
Nacido el 23 de junio de 1951, Skripal trabajó hasta 1999 en los servicios de inteligencia del ejército ruso, alcanzando el grado de coronel, según la agencia de prensa rusa Tass.
En 2004 fue detenido acusado de "alta traición" por pasar información sobre la red de espías rusos a los servicios de inteligencia británicos a cambio de dinero, según reconoció en el juicio.