San Antonio Spurs, con Emanuel Ginóbili, buscará consolidar de visitante la ventaja que obtuvo en el inicio de la serie final ante Miami Heat, por el título de la NBA, en la que está arriba por 1-0. En ese primer cotejo, jugado en la noche del jueves, favoreció ajustadamente a los Spurs, que terminaron imponiéndose por 92-88.
“Fueron claves las cuatro pérdidas de balón. Para ganar un partido en una final de la NBA tenemos que hacer las cosas lo más cercano a la perfección”, sostuvo Manu.
Si bien consideró “importante” el hecho de haber vencido en condición de visitante, reveló que “no es definitivo” para la tendencia que puede tomar la serie. Además, Ginóbili ofreció un ítem que, a partir de hoy, puede ya no tener incidencia en el rendimiento de uno y otro equipo. El bahiense remarcó: “Ellos (por Miami) con dos días de descanso y nosotros con nueve, nos indicaron una cosa: ellos siguen siendo más rápidos y más fuertes”.
Es que Miami recién avanzó a la final el lunes pasado, en una extenuante definición de Conferencia Este con Indiana Pacers (4-3). Mientras tanto, San Antonio venía con un descanso más prolongado al barrer la llave decisiva del Oeste con un contundente 4-0 sobre Memphis Grizzlies.
Ginóbili, quien deslizó el viernes que no sabe qué ocurrirá con su futuro cuando finalice la temporada (“existe un diez por ciento de chances que me retire”, destacó), deberá aportar en todos los rubros para que el funcionamiento colectivo de los Spurs se mantenga sin fisuras.
Un negocio rentable. Las televisiones y las grandes multinacionales se siguen frotando las manos con una serie en la cual El Big Three formado por Lebron James, Dwyane Wade y Chris Bosh es el favorito contra los veteranos Bad Boys, encabezados por Tim Duncan (37 años), Tony Parker (31) y Ginobili (35).
Igual, gane quien gane el anillo no caben dudas que las marcas son las grandes beneficiadas de este circo mediático, cuyos intereses comerciales, son elevados debido también, a una audiencia media estimada en 17 millones de telespectadores en Estados Unidos y más de 120 alrededor del mundo. Pero las empresas son las ganadores.
Adidas lo tiene siempre asegurado, ya que es el sponsor oficial de la NBA gracias a los 400 millones de dólares que aporta, en tanto Nike, espera sacar partido de las estrellas que patrocina. Con la más brillante: Lebron recauda 25 millones anuales. Sin duda, su mejor plataforma.