La Justicia rusa acusó de piratería a los 30 activistas de la organización ambiental Greenpeace, entre ellos a los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi, quienes protagonizaron una protesta contra la explotación petrolera en el Artico y que podría significarles una pena de 15 años.
El Comité de Instrucción de Rusia confirmó que todos los tripulantes del buque arrestado en el mar de Barents y remolcado hasta el puerto de Murmansk fueron acusados de piratería en virtud del artículo 227 del Código Penal, que castiga ese delito con 15 años de prisión.
Speziale, una joven de 21 años que milita como voluntaria en Greenpeace Argentina, había sido acusada formalmente el miércoles, en tanto que en la audiencia de hoy ocurrió lo mismo con Pérez Orsi, oriundo de la ciudad de Mar del Plata.