Donald Trump, presidente de Estados Unidos, afirmó hoy que tiroteos de Texas y Ohio que dejaron 29 muertos y decenas de heridos este fin de semana en el país son parte de "un problema de salud mental".
"El odio no tiene cabida en nuestro país", dijo Trump en una breve declaración a periodistas antes de abordar el avión que lo llevaría de regreso a Washington tras pasar el fin de semana en un club de golf en Nueva Jersey.
Junto a su esposa Melania, el mandatario condenó los tiroteos y opinó que son parte de "un problema de salud mental", informó la agencia de noticias EFE.
En cambio, Trump se rehusó a responder sobre la versión de que el sospechoso de haber perpetrado la masacre de El Paso había publicado un manifiesto contra la inmigración.
Ayer, en El Paso, Texas, un hombre abrió fuego dentro de un supermercado y dejó 20 muertos y 26 heridos.
Esta madrugada, en Dayton, Ohio, otro hombre mató a nueve personas e hirió a 27 en un bar, antes de ser abatido por la policía.