La noticia de que el gobierno suspendía la aplicación de la Ley de Economía del Conocimiento generó incertidumbre en el sector, ya que muchas empresas realizaron inversiones y elaboraron sus presupuestos 2020 considerando los beneficios impositivos que establece la normativa. Sin embargo, desde el Ejecutivo nacional aclararon que "se mantendrán las medidas de promoción de esta industria", aunque se ajustarán ciertos aspectos de la reglamentación.
En 2004 se aprobó una Ley de Promoción de la Industria del Software que venció, luego de una prórroga, el 31 de diciembre. El 1 de enero debía empezar a regir la nueva, que incluye a otras actividades del conocimiento -como audiovisual, nanotecnología, biotecnología y servicios profesionales-, pero el lunes se publicó una resolución que suspendía el registro de empresas para acceder a los beneficios impositivos.
Las empresas del sector y entidades como la Federación Económica de Mendoza (FEM) expresaron su preocupación casi de inmediato. Es que los servicios basados en el conocimiento emplean, en todo el país, a unas 850 mil personas, y la provincia ocupa, según datos del ex Ministerio de Producción y Trabajo, el quinto lugar en cantidad de trabajadores registrados, con 19.700 ocupados. Además, representa el 11% de las exportaciones provinciales, con una facturación anual de U$S 160 millones por sus ventas en el exterior.
En diálogo con Los Andes, desde el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación destacaron que "la ley está vigente y sólo se suspendió el registro de empresas porque se está revisando la reglamentación de la normativa". En este sentido, subrayaron que "la aplicación será retroactiva al 1 de enero de 2020" y manifestaron que esperan que las modificaciones se realicen antes de que se deban liquidar los aportes patronales, el 15 de febrero.
Es que la Ley de Promoción de la Economía del Conocimiento, indicaron, tiene inconsistencias en la implementación, que permitirían que accedan a beneficios empresas que no están vinculadas en realidad a este sector, sólo por usar tecnología y producir conocimientos. Por otra parte, como estaba planteada la ley, quedaban afuera las micro o pequeñas empresas que aún no exportan; algo que se pretende subsanar.
Fuentes del ministerio también plantearon que no se diferenciará a pymes de grandes empresas y que incluso están incluidas las "unicornios" (con cotizaciones que superan los U$S 1.000 millones). Esto, porque están "convencidos de la importancia del sector de la economía del conocimiento y su aporte al desarrollo del país".
Asimismo, la revisión tiene por objetivo fomentar la generación de puestos de trabajo en lugares no tradicionales, como provincias del interior, y favorecer una mayor diversidad, ya que el sector concentra trabajadores hombres. Sólo resta definir si las modificaciones se pueden realizar hacer mediante un decreto reglamentario o es necesario modificar la ley.
Triplicar exportaciones
La Comisión Directiva del Polo TIC local emitió un comunicado en el que resalta que la Ley de la Economía del Conocimiento fue producto de un amplio consenso y que extiende el alcance de las desgravaciones previsionales e impositivas, de las 5 mil empresas incluidas en la ley de promoción del software a 11 mil. También solicita que los inconvenientes planteados se solucionen lo antes posible, para dar seguridad jurídica al sector que permita avanzar en los proyectos en marcha y planificar otros a futuro.
Asimismo, plantearon que el impuesto PAIS, de 30% para las compras en el exterior, ha tenido un impacto en las empresas mendocinas, porque se trata de pymes de base tecnológica, que requieren de insumos importados.
Desde el Polo TIC Mendoza destacaron que el sector exporta U$S 160 millones (es el tercer sector exportador en el país, por detrás del agroexportador y automotriz, con U$S 6 mil millones) y agregaron que, con los incentivos de la Ley del Conocimiento, se prevé triplicar el valor en los próximos 10 años. Esto representa una alternativa frente a los sectores tradicionales de la economía y una oportunidad para diversificar la matriz productiva.
Retener talentos
Jerónimo Vargas, de Aconcagua Software, coincidió en la importancia de que la reglamentación sea más clara y delimite mejor el alcance, para que no sea el organismo de aplicación el que deba resolver caso por caso. "Como quedó el texto original, una plataforma de turismo podría quedar incluida, porque usa tecnología", aclaró.
Vargas resaltó que es positivo que no se excluya, como había trascendido, a las grandes empresas, ya que crecieron gracias a la promoción y sería un modo de no premiar el éxito. También se mostró de acuerdo con la ampliación de "software" a "conocimiento" porque los emprendedores del sector se benefician con los desarrollos de tecnología.
El empresario destacó que el rubro informático sigue siendo uno de los pilares de generación de divisas en el exterior y que es importante mantenerse competitivos. El empresario señaló que "hay una gran competencia con el exterior, principalmente por los recursos humanos, que siempre son escasos, por lo que necesitan poder retener a los talentos".
En detalle
Desde la Federación Económica de Mendoza destacaron algunos beneficios que plantea la ley vigente:
Menor costo laboral: adelanto del mínimo no imponible que la reforma tributaria prevé para el 2022; bono de crédito fiscal transferible equivalente a 1,6 veces las contribuciones que debieran abonarse sobre ese mínimo no imponible; se puede usar para cancelar tanto IVA como ganancias.
Menos impuesto a las ganancias: alícuota reducida del 15%; alivio fiscal para exportaciones; los exportadores que hayan abonado o se le hayan retenido impuestos en el país destino de la exportación podrán deducir lo pagado.
Fomento a nuevas empresas: las que tengan una antigüedad menor a 3 años categorizadas como "micro" en el Registro Pyme sólo deben acreditar el 70% de facturación.
Estabilidad fiscal: las empresas no podrán ver aumentada su carga tributaria total nacional a partir la inscripción en el registro.