Seguirá en la cárcel el policía que mató a un joven en Ciudad

Este martes la Justicia confirmó que el efectivo policial que mató de un balazo a un joven en el mes de mayo en Ciudad, continuará detenido en el penal. Las pruebas complican al acusado, que de prosperar la investigación llegará a juicio enfrentando una posible condena a perpetua.

El hecho tuvo como víctima a Ricardo Bazán (29), un hombre que en la noche del 1 de mayo pasado evadió un control policial en inmediaciones de la Playa de Secuestros San Agustín, y que terminó siendo baleado por Alexis José Méndez (27), uniformado de la comisaría 59 de La Favorita.

Según se ha reconstruído hasta el momento, Bazán alrededor de las 22 circulaba como acompañante en una Ford Ranger en el barrio Alto Mendoza, cuando los policías detuvieron la marcha de la camioneta. En plena requisa el joven habría escapado corriendo, y Méndez salió tras él.  

Algunos minutos después la víctima ya había sido trasladada a un centro de salud cercano herido, en donde luego constataron su muerte por un impacto de bala en la cintura.

Cuando los detectives empezaron a tratar de dilucidar qué había sucedido, testigos marcaron al policía como quien le había disparado. Esto varias horas después fue apoyado por los otros dos efectivos que estuvieron con el acusado en el procedimiento de requisa a la camioneta, e incluso hasta un familiar de la víctima sostuvo que él tenía problemas con el sospechoso.

Las testimoniales también aportaron que Bazán no estaba armado, esto a raiz de que cerca de donde el muchacho fue encontrado baleado se había hallado una tumbera. Este detalle hace suponer que en el lugar "plantaron" esa arma de fabricación casera para despistar la investigación.

En la escena además se recolectaron vainas servidas de una pistola calibre 9 milímetros, arma que usan los uniformados. Luego las pericias confirmarían que la bala letal la disparó el efectivo detenido.

Todos estos elementos fueron llevados por el fiscal Horacio Cadile a la audiencia de prisión preventiva como prueba, y terminaron siendo avalados por la jueza Dolores Ramón. La magistrada dictó la preventiva para Méndez en el penal, desestimando el pedido del abogado defensor de que le otorguen la domiciliaria. 

Los investigadores sostienen que el sospechoso le disparó varias veces por la espalda al occiso, cuando no corría ningún tipo de riesgos ya que Bazán no estaba armado y se encontraba lejos. La imputación que pesa sobre él es la de homicidio agravado por su condición de policía y por el uso de arma de fuego, delito que en un futuro juicio podría condenarlo a prisión perpetua.