A dos semanas de que su abogado pidiera el arresto domiciliario al estar dentro del grupo de riesgo frente al contagio de coronavirus, la Justicia ordenó que el ex gremialista de la UNCuyo acusado de abusar a dos hijastras siga en la cárcel.
A través de su defensa, Víctor Yanzón (66), ex secretario general del Sindicato del Personal de la Universidad Nacional de Cuyo (Spunc), solicitó como tantos otros presos la salida del penal de Boulogne Sur Mer, por su edad y por padecer diabetes, situaciones que lo ponen en peligro frente al avance de la pandemia.
Al planteo se opuso el abogado de las víctimas y los fiscales Alejando Iturbide y María de las Mercedes Moya, cuestión que este jueves dirimió la jueza María Belén Renna en contra del detenido.
A Yanzón lo perjudicó el informe socioambiental del domicilio propuesto y sus pericias psiquiátricas, además de que la magistrada considera de que existe riesgo de fuga y entorpecimiento de la causa. Por otra parte, su estado de salud es bueno más allá de la patología existente.
El sospechoso se encuentra detenido desde mayo del 2019, imputado por por abuso sexual agravado por acceso carnal en relación a los hechos con la mayor de sus hijastras, y abuso simple-tocamientos- por los ataques a la menor. Estos delitos, agravados por la guarda y la convivencia preexistente, ya que las víctimas eran menores en el momento de los vejámenes. La investigación está cerrada y lista para el juicio, donde Yanzón arriesgará de 8 a 20 años de cárcel.
Años de padecimientos, confesión y arresto
La primera denuncia en contra del ex gremialista llegó en abril del año pasado. A partir de ahí se tomaron declaraciones testimoniales a familiares de las víctimas y psicólogos que las trataron, pruebas que sirvieron para reforzar las acusaciones de las chicas abusadas. Una de ellas, la mayor de la hermanas, se decidió a ir a una fiscalía para contar lo que había padecido, luego de confesárselo a una psicóloga,
Este fue el punto de partida del caso y después se sumó el relato de la otra hermana, que derivó en pericias psiquiátricas que confirmaron la veracidad de lo narrado.
Frente a esto, la fiscalía concretó su detención y la posterior imputación. Luego llegó la prisión preventiva y varios pedidos de domiciliarias rechazadas.
El sospechoso estuvo en concubinato muchos años con la madre de las jóvenes y los ataques se habrían repetido en varios domicilios del Gran Mendoza en donde vivía toda la familia. Incluso trascendió que uno de los abusos fue en la sede del Spunc, ubicada en calle Salta de Ciudad. Al parecer, el imputado aprovechaba los momentos en que quedaba solo con las hermanas para someterlas.