Los secuestros virtuales se han convertido en el delito “de moda”, pese a las reiteradas advertencias que se transmiten por los medios de comunicación.
“Hay días en que tenemos 5, otros 10 y otros en los que no hay denuncias”, dice un experto en este tipo de hechos. Ayer la policía detuvo a un sujeto que estaba a punto de cobrar un “rescate” por un falso secuestro.
El modus operandi de este tipo de delincuentes virtuales no varía demasiado y es allí donde hacen hincapié los investigadores: en estar atentos para no caer en la trampa.
El reloj marcaba las 3 de ayer cuando sonó el teléfono de una mujer de 53 años que vive en el barrio Paraguay, de Guaymallén. Cuando atendió, prácticamente dormida, del otro lado de la línea le habló un hombre que le dijo que tenía secuestrado a su hijo.
Aprovechando la desesperación de la mujer, el falso secuestrador le fue sacando datos de la supuesta víctima. Luego acordaron que, a cambio de la liberación, la mujer entregaría 3 mil pesos y un celular.
Sin decirle nada a nadie, la mujer tomó su auto y fue haciendo paradas en distintos puntos de Guaymallén hasta que acordaron que la entrega se haría en Gomensoro y Venezuela de ese departamento.
La engañada no se había comunicado con el 911 ya que tenía el teléfono ocupado pero en Tirasso y Martínez de Rosas se encontró con una patrulla policial y le contó a los efectivos lo que le sucedía: en ese momento se implementó un rápido operativo entre policías de Guaymallén y de Investigaciones que siguieron a la mujer hasta el lugar pactado con los falsos secuestradores.
Cuando llegaron a destino apareció un sujeto de 38 años (vive en el barrio Pedro Molina I), a quien la mujer alcanzó a entregarle sólo el celular. En ese momento aparecieron policías y detuvieron al estafador. El celular se recuperó y luego la mujer pudo constatar que su hijo estaba en buen estado de salud.
Algo que pudieron determinar los investigadores es que del falso secuestro al menos participaron dos sujetos, el que fue detenido y el que hablaba por teléfono ya que mientras la víctima le entregaba el botín al aprehendido aún estaba en comunicación con otro estafador.
Como el sujeto quedó detenido en el acto, el caso pasó a la fiscalía de Flagrancia, a cargo de Daniel Sánchez Giol.
"Son hechos fluctuantes"
Para los investigadores los secuestros virtuales son una modalidad de robo que tiene sus altos y bajos: “hay días en que tenemos cinco casos, otros diez y hay días en que no hay ninguno.
Por eso, hablar de cifras sería imprudente ya que además de eso hay personas que reciben una llamada de estas características y cortan la comunicación y ni siquiera llaman al 911. Es una cifra ´negra´”, dijo un alto jefe policial.
En Mendoza actúan varias bandas de secuestradores virtuales. "Por los estudios geográficos que hemos hecho, podemos decir que no se trata de una sola banda", señaló a Los Andes el jefe policial y dijo que más bien se trata de "ladrones oportunistas" que encuentran personas vulnerables y se aprovechan de que les creen.
La mayoría de los casos se produce por la madrugada y durante los fines de semana. Aunque también ha habido casos -los menos- que han ocurrido a plena luz del día.
Como no se tiene una cifra exacta de la cantidad de estafas, tampoco se sabe con precisión cuántas víctimas llegan a pagar la recompensa y cuántas logran zafar de los timadores.
Generalmente los delincuentes le piden una determinada suma de dinero, que los engañados no suelen tener. Pero luego, terminan “pactando” por el efectivo que la gente tiene en su casa, más objetos de valor, como equipos de música o televisores, entre otras cosas.
“También hay que tener en cuenta que hay un rango etario que es más vulnerable que otro, como es el caso de la gente mayor”, agregó la fuente consultada.