Una serie de gigantescas explosiones ocurridas el jueves en un depósito del puerto de Tianjin, en el norte de China, dejaron al menos 50 muertos, más de 700 heridos y un paisaje de destrucción, con edificios quemados, coches incendiados y contenedores volcados.
La primera detonación se sintió a varios kilómetros a la redonda y a tres kilómetros del siniestro todavía podían verse vidrios rotos provocados por la enorme bola de fuego que iluminó el cielo y cubrió el puerto con una nube de polvo.
"Cuando sentí la explosión pensé que era un terremoto", aseguró Zhang Zhaobo, residente de la zona. "Corrí hacia mi padre y vi que el cielo estaba rojo. Todos los cristales estaban rotos y sentí mucho miedo".
"La bola de fuego era enorme, quizás de 100 metros de altura", indicó Huang Shiting, de 27 años, cuya vivienda se encuentra en las inmediaciones de la zona portuaria, donde tuvieron lugar las explosiones.
"Escuché la primera explosión y entonces todo el mundo salió al exterior. A continuación, hubo otra serie de explosiones. Las ventanas estallaron y muchas personas que estaban en el interior resultaron heridas y salieron corriendo a la calle, cubiertas de sangre", añadió.
Citando a fuentes de salvamento, la agencia oficial Xinhua indicó que había 50 víctimas mortales, incluidos 12 bomberos, así como 701 personas hospitalizadas, de las cuales 71 en estado crítico.
Según la cuenta en Weibo del Centro Chino de Vigilancia de Sismos, la magnitud de la primera explosión equivaldría a la de tres toneladas de TNT, en tanto la segunda, a 21 toneladas de este mismo explosivo.
'Bajo control inicial'
"La explosión fue aterradora. Casi me desmayo", declaró Zhang Hongjie, de unos 50 años, atendido en el hospital TEDA, situado cerca de la zona portuaria afectada.
Horas después, columnas de humo seguían elevándose entre los escombros dejados por la explosión.
El incendio se encontraba "bajo control inicial" el jueves por la tarde, dijo Xinhua citando al ministerio de Seguridad Pública, gracias al despliegue de mil bomberos, 143 vehículos para extinguir fuego y una unidad militar especializada en guerra química y bacteriológica, que acudió para ayudar en las operaciones, según la agencia oficial china.
Pero por el momento se desconoce qué pudo provocar la detonación de los explosivos.
Xinhua describió las instalaciones como un centro de almacenado y distribución de mercancías peligrosas, algunas químicas.
Responsables de la compañía propietaria, Tianjin Dongjiang Port Rui Hai International Logistics, fueron puestos bajo custodia policial, según Xinhua.
Wen Wurui, director de la oficina de protección del medio ambiente de Tiankin, afirmó que se habían detectado químicos "venenosos y dañinos" en el aire, si bien no era "excesivamente altos comparados con los niveles habituales".
Organizaciones medioambientales como Greenpeace, no obstante, consideraron que las sustancias podrían ser peligrosas y afirmaron que era "fundamental" que las potenciales toxican fueran controladas de cerca.
Accidentes industriales
El presidente chino, Xi Jinping, urgió a realizar "todos los esfuerzos posibles para rescatar a las víctimas y extinguir el incendio", según la televisión estatal CCTV, mientras el fuego continuaba arrasando el lugar, donde se cree que varias víctimas permanecen atrapadas.
Tianjin, situada a 140 kilómetros al sureste de la capital, es uno de los principales puertos del norte de China, y una de las cuatro metrópolis del país con estatuto de provincia, junto a Pekín, Shanghái y Chongqing.
Las normas de seguridad en los complejos industriales en China no cumplen a menudo con las reglas en vigor, ya que los propietarios buscan ahorrar gastos y prefieren pagar a inspectores corruptos para evitar controles estrictos.
En julio, 15 personas murieron y más de una decena resultaron heridas en una explosión ocurrida en un almacén ilegal de fuegos artificiales en la vecina provincia del Hebei, y en agosto de 2014, 146 murieron en la explosión de una fábrica de piezas de recambio de vehículos cerca de Shanghái.