El 14 de febrero los gremios de la Salud y el Gobierno se sentaron por primera vez a discutir el salario para este año. Desde entonces, y a lo largo de dos meses marcados por feriados, las conversaciones no sólo han sido monólogos entre las partes sino que el conflicto apunta a profundizarse de no haber una propuesta que satisfaga a ATE y Ampros.
Así lo decidieron esta semana los dos gremios que se mantienen firmes en el pedido del 45% de aumento (entre otros puntos) y adelantan que, de no haber nuevas propuestas en estos días, el próximo miércoles y hasta el viernes harán paro y, a partir del 28, entrarán en una huelga por tiempo indeterminado.
Con este panorama, los días de atención reducida en hospitales y centros de salud se acumulan, a la par de los feriados, y suman cifras que son tan elocuentes como cada uno de los actores del conflicto. En detalle, van 11 días de paro (5, 19, 20, 26, 27 y 28 de marzo; y 3, 4, 9, 10 y 11 de abril), con otros 3 en vista para la semana entrante, y 6 feriados que redujeron el trabajo en la Salud.
Con estas sumas, ya van 17 días de "atención de urgencias y emergencias", tal como se contempla tanto para las huelgas como los feriados, y la posibilidad está en que se conviertan en 20 con el próximo paro, todo en el marco de un conflicto que todavía no ve la luz y que amenaza con más medidas de fuerza.
Otro dato que llama la atención es que desde el 5 de marzo, día que comenzó el primer paro y hasta hoy, sólo hubo una semana (desde el 10 al 15 de ese mes) con atención continuada.
En el medio del conflicto de intereses están los turnos y cirugías que se reprograman y resienten el sistema: "Por cada día de paro hay entre 30 y 50 cirugías en la provincia que no se realizan", detalló Roberto Macho, secretario adjunto de ATE (Ver aparte).
"Se calcula que el acatamiento en cada paro es del 90%", afirma el gremialista y se distancia de los números oficiales: "Nosotros registramos, a partir de las planillas de marcación, que asiste cerca del 40 y 50% de los profesionales, por lo que la atención es normal", aseguran desde el ministerio.
Las diferencias entre ambas interpretaciones radican en torno otro porcentaje: en cada paro, así como en los días feriados (con atención igual a los domingos), hay un 25% de personal que debe permanecer en cada nosocomio como guardia fija y rotativa. Es el 75 % restante el que puede hacer paro o no, y sobre esta cifra calculan los gremios el éxito de las medidas.
Puja salarial
En el tiempo que va desde que se inició el conflicto en la Salud se han sumado tanto los días como los desencuentros. Por un lado, el Gobierno dictó la conciliación obligatoria (no fue aceptada) y contempló la posibilidad de un aumento por decreto, medida que también quedó en el camino.
En la misma pelea, el ministro Matías Roby dijo que quitaría la personería jurídica a Ampros y chicaneó, aunque luego bajó los decibeles y dio paso a que otros funcionarios se pusieran al frente. A partir de allí, tanto desde la Legislatura como en el mismo Ejecutivo comenzaron a programar nuevos encuentros para reconciliar las posturas, aunque aún no hay acuerdo a la vista.
Del otro lado, los gremios tuvieron su capítulo aparte en la pelea sindical. Mientras que ATE y Ampros (con representación de la mayoría de profesionales y no profesionales) rechazan la última oferta del 30,5% y piden un incremento por el 45% con retroactividad a enero y la reapertura de paritarias a mediados de año, ATSA (sindicato con representación en los no profesionales) cerró a fin de mes un acuerdo por el 30,5 % en dos tramos.
"Este conflicto ha llevado a la gente a un callejón sin salida. El Gobierno no puede ofrecer ni un punto más de aumento y, si lo hace, se reabre la paritaria docente", interpretó Juan Carlos Navarro, secretario general de ATSA. "Ellos representan a 784 afiliados según la contaduría de la provincia", minimizó Macho.
"Dejamos en claro nuestra posición: queremos básicos respetando las escalas salariales sin topes y la reapertura salarial para el segundo semestre", pidió Isabel Del Pópolo, secretaria general de Ampros.
El lunes y martes de la semana que viene serán días clave en los que el Ejecutivo podrá desactivar el paro que se avecina para el miércoles, jueves y viernes. De no suceder esto, tendrá todos los días siguientes para avanzar en las negociaciones e impedir la huelga indeterminada con la que amenazan a partir del 28.
De cumplirse los pronósticos de quienes ven como un hecho las medidas de fuerza de 72 horas, la Salud habrá reunido entre marzo y abril un total de 14 paros y 20 días de atención mínima contando los feriados.