Si el objetivo es bajar unos kilos, es necesario controlar el tamaño de las porciones de comida que ingerimos. Pero muchas veces esto requiere tener a mano vasos medidores o balanzas, algo que resulta difícil si estamos lejos de casa o cocinando a las apuradas. La solución está en prestar atención a lo que indican nuestros dedos. Acá, algunos ejemplos. Buena información para tener a mano.
1. Si agregas manteca, el dado no debe ser mayor que la punta del dedo índice.
2. Una cucharada sopera equivale al tamaño de un pulgar.
3. Si nos queremos dar un gusto, el tamaño del postre no debía superar el de un puño cerrado, que es igual a dos bochas de helado.
4. Cuando comemos carnes, la porción tiene que caber en la palma de tu mano.
5. En el caso de los espaguettis, la cantidad se puede medir colocando cuatro de tus dedos en fila.
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