Los créditos hipotecarios en UVA y los planes estatales de vivienda revolucionaron el mercado inmobiliario de Mendoza en los últimos años. Sin embargo, la inflación, la tensión con el dólar y la pérdida del poder adquisitivo han limitado el potencial de crecimiento de ese sector.
Sebastián Sosa, CEO de Remax Argentina, compañía dedicada a la venta de franquicias inmobiliarias, compartió su visión del mercado y analizó cuáles son las claves para mejorar el desarrollo de la actividad.
-¿Cómo está hoy el mercado inmobiliario de Mendoza?
-El 2017 fue bueno para el sector. Hubo mucha preponderancia y relevancia a la temática de créditos hipotecarios. Sin embargo, nuestro equipo aquí en Mendoza y en otras partes del país se encontró muchas veces en la posición de ser los portadores de malas noticias, principalmente cuando la gente recibía préstamos menores a lo que pretendían. Otro problema que se hizo evidente fue el faltante de propiedades aptas para crédito, pero igualmente el balance de 2017 fue positivo. El 2018 arrancó con la incertidumbre generada por la inestabilidad del dólar y eso, se quiera o no, mueve las emociones y genera inquietudes y dudas. La compra y venta de un inmueble está basada en la emoción, en la percepción y la sensación de la gente.
-¿Los créditos en UVA traccionan el mercado?
-Claramente el escenario inflacionario de Argentina es un problema, es un desafío. Con 20% o 25% de inflación no hay crédito en UVA que aguante. Hasta que no acompañe el entorno, las tasas van a seguir disparándose, y eso generará temor. De todas formas, la intención de la política es buena. Este gobierno se ha propuesto arrimarle el sueño de la casa propia a la gente. Hasta hace dos años los créditos representaban una parte muy pequeña de las operaciones inmobiliarias. Hoy cerca del 30% de las operaciones son con financiación bancaria.
-¿La suba de la tasa de política monetaria afecta al sector inmobiliario?
-Es cierto que no tenemos las tasas de Chile, Brasil o Estados Unidos y las condiciones tampoco son las mismas, pero hay factores del mercado local que sí ayudan. Cuando uno alquila está mejorando la vida y capitalizando al propietario. En cambio, cuando se compra una propiedad se está invirtiendo en uno mismo. Es mucho mejor pagar tu casa propia que pagarle la hipoteca a otra persona.
Respecto a las tasas, sí son un problema, pero siempre digo que a las inversiones inmobiliarias hay que mirarlas a largo plazo. Es cierto que queremos sentir que estamos pagando un valor razonable, pero no compramos una vivienda para hacer un negocio, sino para construir una familia y ser felices. Uno no entra y sale de una propiedad tan fácil como se entra y sale de un bono.
-¿Los créditos pueden resolver el problema de déficit habitacional?
-En el corto plazo no lo vamos a resolver. El faltante de viviendas es enorme. La línea de préstamos que tenemos hoy es un primer paso, pero hay que tener paciencia, hay que esperar. Sostengo que este gobierno tiene intenciones de que todos mejoren un poco. Se están urbanizando villas, se están reubicando familias con préstamos subsidiados a casas u hogares ubicados en mejores zonas.
-¿Cómo se están comportando los precios?
-Estamos lejos de una burbuja, pero es verdad que la inflación eventualmente llega al valor de las propiedades. Además, ocurrió que desde fines de 2016, con la reaparición de estos préstamos hipotecarios, se modificó el perfil del comprador. De repente, gente que estaba al margen ahora puede ingresar a la búsqueda. Eso ha llevado a que se genere mayor demanda sobre un segmento de precios que hasta hace poco no eran tan comercializados, y eso provocó algunos aumentos. Aun así, cuando uno mira los precios en otros países de América Latina, encuentra que Argentina sigue siendo una plaza competitiva.
-¿Cuál es el valor promedio de las propiedades más demandadas?
-El monto promedio autorizado en operaciones para obtener préstamos ronda el millón y medio de pesos. En Buenos Aires y en Mendoza también se está vendiendo el segmento medio y el segmento alto, con valores de U$S 130 mil promedio.
Perfil
Nombre y apellido
Sebastián Sosa.
Profesión
Presidente de Remax.
Es licenciado en Ciencias Políticas de la Universidad Regent (Estados Unidos).
Durante cuatro años realizó tareas humanitarias en Bielorrusia.