Ya no se trata de destacarlo sólo como un jugador importante por tal o cual performance, sino ubicarlo en su justa medida: Sebastián Simonet se está consolidando en este Mundial como un referente de peso en el seleccionado argentino. Aparte de sus cualidades naturales para el juego, le agregó una visión de estratega en la que sus compañeros parecen haberse acomodado a la hora de buscarlo como eje para la construcción de la jugada.
Sebastián alcanzó rendimientos relevantes en los tres juegos disputados por Los Gladiadores y ante Arabia Saudita -además- fue reconocido como el jugador más valioso del partido en el estadio Duhail.
A los 28 años, el jugador del Ivry francés, que probablemente siga su carrera en otro club de importancia en el handball galo, atraviesa una etapa espléndida de su carrera. En diálogo con MÁS Deportes tras el encuentro, ratificó su optimismo en un buen cierre de la primera fase: “Si ganamos un partido, estamos clasificados”.
- En el análisis previo, coincidían el cuerpo técnico y el plantel en que lo ideal era sacar una ventaja rápida para luego manejar el trámite, pero por momentos no fue así. ¿Por qué?
- Fue un partido loco, de un handball raro y con muchas cosas extrañas en el medio. Lo ideal siempre pasa por aventajar al rival en el resultado e ir manejando las situaciones aunque en este caso no siempre fue así.
- ¿Cuál fue el motivo, ante el rival menos complicado del grupo?
- Nosotros habíamos hablado de que si entrábamos en el juego de ellos iba a ser el lugar donde no queríamos estar. Y sin darnos cuenta más de una vez nos pasó.
- ¿Qué fue lo que hablaron en el entretiempo para luego terminar jugando una segunda etapa mejor que la primera?
- Cuando llegamos, todos estábamos diciendo tal o cual cosa y algo nerviosos porque el parcial se había cerrado con un solo gol de diferencia. De repente, pensamos lo mismo: “Basta de 2 minutos, de cometer errores y de comprometer el triunfo”. Y se nos aclaró el panorama...
- ¿Será porque inconscientemente entraron relajados, sabiendo que enfrente había un adversario de menor jerarquía?
- Quizá pasó que era la primera vez que salíamos como favoritos y no nos habíamos acostumbrado a hacerlo. Encima, también era un rival que era inferior físicamente, a diferencia de los demás. Por suerte, reaccionamos a tiempo y lo resolvimos sin problemas.
- ¿Les sigue costando adaptarse a los arbitrajes?
- Sí, no terminamos de adaptarnos. No sólo en este partido, porque también nos pasó en los anteriores. A veces, creemos que están sancionando cosas ilógicas, pero para ellos está bien la decisión que tomaron. Son situaciones que se van dando...esperemos que logremos la adaptación en lo que viene.
- ¿Qué sensación te queda con la derrota de Rusia ante Polonia?
- La de que esa chance de clasificarnos está en nuestras manos. Con estos resultados, al ganar uno de los partidos (Alemania o Rusia) habremos conseguido lo que vinimos a buscar.
