Luego del escándalo que significó su separación y la posterior relación de Guillermina Valdés con Marcelo Tinelli, Sebastián Ortega se llamó al silencio. Eliminó de su agenda todas las entrevistas y se calló. Hoy decidió hablar por primera vez, lo hizo con La Nación.
"Mi relación con la fama es pésima. Cada vez que hago una nota después la paso muy mal. No me gusta verme en las revistas y, si lo hago, me gusta que sea para hablar de trabajo, que no tengan que ver con quién estoy de novio ni de quién me separé", les aclaró a los periodistas y preparó el terreno.
Pero las preguntas fueron más allá y él algo dijo sobre el tema Tinelli Valdés: "No había medias tintas: o desaparecía o empezaba a bailar esta canción que no me gusta y con la que no me siento identificado porque yo trabajé mucho para que mi nombre no fuera sinónimo de escándalo mediático". Al final aclaró: "La verdad es que Tinelli fue una gran decepción en mi vida. Hoy, por suerte, ya no es nada".
