Sebastian Flores

Bröd Panadería

Sebastian Flores

Último lugar que visitaste: Uruguay.

¿Qué llevás en tu equipaje de mano? Un libro.

Ventanilla o pasillo: ¡Ventanilla, siempre!

¿Matás o te matan las horas en los aeropuertos?: Trato de matarlas, el que golpea primero golpea mejor.

Lectura para viajar: Cuentos de Cortázar.

Música para volar en avión: Of Monsters and Men.

Y para un viaje por la carretera: Creedence Clearwater Revival, y ver las vacas al paso.

Vacaciones  ¿WiFi o unplugged? Unplugged lo más que se pueda.

¿Qué es lo primero que hacés cuando llegás a un nuevo lugar? Tratar de adaptarme.

Lo peor que te puede pasar en un viaje: Que el avión no llegue a destino.

Tu ritual favorito: Mirar a la gente. Me cuelgo un rato mirando a la gente, y me reconozco en algunos de ellos. Tenemos dobles en todos lados.

Tu peor olvido: ¡Las papas al fuego!

Un cliché turístico que sí y uno que no: Que sí: comer el plato mas típico del lugar. Que no: la foto frente al monumento (sonriendo con el… de fondo).

Un sabor nuevo que hayas descubierto en un viaje: Los currys.

¿Qué te gusta comprar? Vajilla antigua, alguna chuchería de cocina o algún condimento.

Un museo que te impactó: Te Papa, Wellington.

Un destino para un road trip: Australia.

Un lugar para descansar: Torres del Paine.

Un destino de lujo: Islandia.

Y uno de bajo presupuesto: Potrerillos.

Un hallazgo cultural: Hummmmmmm.

Tu escapada favorita: Buenos Aires.

Un destino que te sorprendió: Garzón, Uruguay .

Y uno que te decepcionó: Ninguno, cada lugar tiene algo para dar.

Una canción que te recuerde un viaje:  Não Va Embora, por Marisa Monte. Eso es San Pablo.

El destino al que siempre podrías volver: Uruguay.

Tu recomendación para viajar: Estar lo más que se pueda en un sólo lugar para aprender de la gente sus costumbres. No me va la del turista apurado picando de ciudad en ciudad.

Un tip para un viajero que visite tu ciudad: ¡Visitar Bröd, claro! Ja, jaaaa

Un recuerdo inolvidable: Una banda gitana, alocada, tocando en un bar, toda la noche sin parar.

¿Adónde viajarías en el tiempo? Al mismísimo lugar y momento en el que alguien comió por primera vez algo cocido al fuego, ¡para verle la cara!

El viaje de tus sueños: En bici, a cualquier lugar, pero sin tiempo tope.

Un destino pendiente que empiece con tu inicial: Sevastopol, Rusia.

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