Su tono cordobés es inconfundible, como su relato en cada movimiento de su equipo. Un apasionado por el básquet y el deporte en general. Hablamos de Sebastián Figueredo, entrenador de Anzorena, equipo que jugará el próximo Torneo Nacional de Ascenso (TNA) y que será el club embajador de Mendoza. Finalizado el doble turno de prácticas del martes, habló con Más Deportes y contó sus sentimientos de cara a este desafío personal y del básquet mendocino.
-Tuviste propuestas para irte al TNA, apostaste por Anzorena y hoy estarás en la segunda categoría Nacional. ¿Qué te pasa por el corazón?
-Fue una una decisión del destino o no sé qué. Pero bueno, vamos a dirigir en esa ilusión que uno tiene como entrenador, la cual se da gracias al esfuerzo de la dirigencia, a los sponsors y a la Federación que hizo un trabajo importante para que Anzorena de este salto vital.
-Desde que llegaste a Mendoza (2010), impusiste un estilo de trabajo como una revolución, y los resultados son positivos. Ahora, ¿cuál es la meta?
-El desafío será llevar nuestra forma de jugar, identidad y trabajo a nivel nacional. Es lo nuestro contra lo de los otros. Y más que resultados debemos profesionalizar el basquet del club y trasladarlo a los demás de la provincia. Mendoza puede y debe crecer.
-¿Por qué Anzorena es el club elegido para dar este salto? ¿Cuáles son los motivos?
-La realidad indica que Anzorena tiene la estructura para afrontar una competencia exigente como el TNA.Tiene los recursos humanos y económicos para jugar. No quiere decir que los demás no pueden hacerlo. Sería genial que otros clubes intenten lo mismo. En el club, veníamos haciendo varias cosas que apuntan al crecimiento y hoy se concretó. Sería fantástico que otros clubes compitan a este nivel porque ayudará al desarrollo provincial y muchos más chicos jugarán este deporte.
-Con respecto al TNA, ¿el plantel será el mismo? ¿Respetarás a estos jugadores que elegiste para el Federal?
-A priori no somos candidatos a nada. Pero seremos aspirantes a todo. Tenemos jugadores que buscan una oportunidad y muchas veces son más peligrosos que los experimentados. Tenemos una virtud que otros no tienen. Y es la unión y buena relación humana. Es un grupo que se junta a trabajar, que quiere lograr cosas y que es ambicioso. Trataremos de explotar las máximas virtudes de cada uno y meterle el condimento táctico estratégico.
-Hace poco que se confirmó la noticia y existe un gran entusiasmo en el ambiente. ¿Sentís ese efecto?
-El TNA es realidad. Hay que aprovecharlo y disfrutarlo. Este momento no deja de recordarme a San Martín (Marcos Juárez), cuando estuve ahí. El olor a soldadura de las tribunas, chicos entrenando con más ganas, padres ansiosos, vecinos alborotados. El chico del almacén, el señor de la panadería, el del quiosco, todos saben lo que Anzorena va a jugar. Eso es importante. Motiva y entusiasma. No hay que confundirse. Los resultados marcarán una tendencia.
-¿Qué mensaje le da al público mendocino, que hace 18 años que no tiene un equipo en TNA?
-Desde que llegué a Mendoza y comencé a trabajar con Walter (Gutiérrez), nuestro objetivo fue cambiar la imagen del club. Transformar ese recelo, odio, la gastada que a veces nacía desde adentro, que generaba discordia, alejaba gente y no sumaba. Y en los últimos años cambiamos y necesitamos el apoyo de todos. Anzorena abrió una puerta y el resto (clubes) la tienen que aprovechar. Hay que transmitir que Mendoza quiere más. Mañana Anzorena deberá apoyar a Atenas y a Rivadavia.
