“Con el tiempo uno se va dando cuenta de que las situaciones en los clubes cambian y que los resultados son los que mandan como en cualquier deportes”.
Con esas palabras, Sebastián Figueredo, ahora ex entrenador de la Asociación Deportiva Anzorena, se presentó ante la requisitoria de nuestro medio. Y lo hizo como siempre.
Con esa humildad que lo caracteriza y que muy pocos tienen en nuestro básquetbol. “Habíamos empezado a planificar los trabajos de las divisiones formativas para el año que viene y aunque no estaba al frente como coordinador general, seguía dando una mano en lo que podía”, agregó.
Al ser consultado específicamente si lo sorprendió la decisión dirigencial de prescindir de sus servicios, Figueredo, comentó: “Para nada. Había un desgaste importante y ellos entendieron que era el momento de dar un cambio. Creo que a nivel basquetbolístico el equipo había mejorado mucho con respecto al inicio, pero como dije anteriormente, los resultados son los más importantes”.
En la misma línea, prosiguió: “Estaba con fuerzas para continuar. Pienso que podíamos revertir esta situación, pero ya está. Me tengo que ir de una institución a la que le brindé mucho tiempo y la cual me dio cosas importantes. Lamentablemente el sello de mi trabajo no fue lograr títulos. Pero considero que hice un gran trabajo al posicionar al club a nivel nacional.
Ahora todo el ambiente del básquetbol argentino habla muy bien de Anzorena. Seguro que a todos nos gusta ganar, pero muchas veces en los procesos se deben analizar muchas cosas que también se hicieron bien, como fue la temporada en la que llegamos a competir en el TNA (Torneo Nacional de Ascenso”.
Su dimisión se produjo en la noche del lunes, tras una extensa reunión con la comisión directiva. Por ello, Mauricio Pedemonte, quien hasta ayer era su asistente técnico será quien se haga cargo del plantel profesional.
“Junto con un grupo de dirigentes logramos cambiar la imagen del club y más allá del cariño y amistades, eso será lo que me lleve cuando me vaya”, contó el entrenador cordobés, quien manifestó que junto a su esposa habían planificado radicarse en Córdoba en febrero y que como los tiempos se acortaron, lo hará a mediados de diciembre.
Así las cosas, Anzorena que marcha con una racha negativa en el Torneo Federal, despide a un gran entrenador y persona, que cambió mucho la visión de un club que deberá resurgir en lo deportivo y cuyo gran trabajo también fue imitado en otras instituciones del medio. “Soy un desocupado y si algún club de Mendoza me busca, no tengo problemas en hablar”, dijo.