El toque, la gambeta, la magia y esa pegada precisa, milimétrica ya no se verá en la cancha del Deportivo Maipú: “Lo venía pensando y creo que es la oportunidad, el momento de confirmarlo; fue mi último partido en cancha de Maipú”, sentenció ayer Sebastián Coria, tras el triunfo ante Cutral Có del último miércoles, y que marcó su despedida del estadio Cruzado.
Al mismo al que concurrió ayer con su hija Serena de 5 años: “Es la primera vez que estoy con ella en un entrenamiento. Por eso hay cosas más importantes que los goles”.
Coria hace 8 años que viste la camiseta del “Cruzado” y su último partido será ante Las Parejas dentro de 10 días. “Los dirigentes me repitieron que tenía las puertas abiertas para seguir, pero ya está. Le agradezco inmensamente a los hermanos Sperdudtti por todo lo que hicieron por mi. Carlos, fue el mejor técnico que tuve”, remarcó.
Al ser consultado si continuará jugando, Coria pensó: “Sólo si hay una propuesta que me motive, que movilice. Me voy a tomar un tiempo para pensar bien el futuro”.
Sobre lo que le dejó Maipú, afirmó: “Todo el cariño del mundo. La gente me quiere, me reconoce. La dirigencia igual. ¡Qué más puedo pedir! Es un ciclo que se cumplió. Me quiero ir con la frente en alto”.
A sus 35 años, ir pensando en el retiro no es fácil y cuando se le preguntó en qué club le gustaría jugar su último partido: “Y... es difícil... No lo tengo aún en mente. Quiero dejar el fútbol en su momento y no que el fútbol me deje a mí, por eso el retiro no le he definido aún”.